Escasez de medicamentos en Peißenberg: ¡Faltan medicamentos para el asma para niños!

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

El Dr. Philipp Kircher advierte sobre una grave escasez de medicamentos en Alemania que pone en peligro a millones de pacientes. Los médicos improvisan, pero las causas son complejas.

Dr. Philipp Kircher warnt vor akuten Medikamentenengpässen in Deutschland, die Millionen Patienten gefährden. Ärzte improvisieren, doch die Ursachen sind komplex.
El Dr. Philipp Kircher advierte sobre una grave escasez de medicamentos en Alemania que pone en peligro a millones de pacientes. Los médicos improvisan, pero las causas son complejas.

Escasez de medicamentos en Peißenberg: ¡Faltan medicamentos para el asma para niños!

Últimamente, muchos pacientes en Alemania se enfrentan cada vez más a serios problemas a la hora de obtener medicamentos vitales. Es particularmente notable la escasez de medicamentos como el salbutamol, un importante medicamento para el asma que actualmente no está disponible. El Dr. Philipp Kircher, propietario de la farmacia St. Ulrich en Peißenberg y portavoz de la Cámara de Farmacéuticos de Baviera, describió la preocupante situación en su ámbito de responsabilidad.

"Sobre todo falta el medicamento más importante para el asma infantil: el salbutamol. Actualmente no está disponible en toda Alemania", explica Kircher, preocupado por la salud de sus pequeños pacientes. Aunque su farmacia recibió recientemente un pequeño envío desde Estados Unidos, es sólo una solución temporal. Sin embargo, la escasez de medicamentos esenciales afecta no sólo a los medicamentos para el asma, sino también a los antibióticos utilizados para tratar enfermedades como la enfermedad de Lyme.

Causas de los cuellos de botella en las entregas

Las razones de los obstáculos actuales representan una interacción compleja. Un factor importante es la enorme dependencia de la producción en China, donde se fabrica alrededor del 90 por ciento de los medicamentos necesarios para el mercado alemán. Esta dependencia hace que la atención médica sea vulnerable a interrupciones, ya sean problemas de transporte o paradas de producción.

"A veces los fabricantes ofrecen descuentos de hasta el 99 por ciento", explica Kircher. Estos recortes de precios están llevando a muchos a trasladar la producción de medicamentos a China, donde los salarios son más bajos y las regulaciones ambientales menos estrictas. En la propia Alemania apenas hay fabricantes que produzcan medicamentos originales, porque empresas conocidas como Hexal o Ratiopharm sólo envasan productos fabricados en China.

Además, existe otra preocupación: algunos medicamentos a menudo ya no están disponibles en el mercado alemán porque los fabricantes quieren evitar pérdidas financieras inminentes. "Si una empresa en Alemania sólo recibe cinco céntimos por un medicamento, preferiría venderlo a Rumanía o Grecia, donde se pagan precios más altos", afirma Kircher. Esta situación coloca al sistema en una situación crítica, que se ve agravada aún más por la constante presión sobre los precios por parte de las compañías de seguros de salud y la política.

Otro aspecto preocupante es el inmenso esfuerzo administrativo que tienen que realizar los farmacéuticos para conseguir los medicamentos que faltan. En los últimos años se han documentado más de 20 millones de casos de escasez de suministro. "Ahora dedico el diez por ciento de mi tiempo de trabajo a solucionar los obstáculos", informa Kircher.

Reacciones políticas y sus consecuencias.

A Kircher le resultan especialmente frustrantes las declaraciones del Ministro de Sanidad, Prof. Karl Lauterbach, que restó importancia a la situación y anunció que los cuellos de botella en los suministros ya se habían reducido considerablemente. "Millones de pacientes alemanes experimentan cada día lo contrario", subraya. Este desequilibrio entre las declaraciones de políticas y la realidad sobre el terreno resalta la brecha que existe entre las políticas y las necesidades de los pacientes.

Kircher pide más reconocimiento al esfuerzo de farmacéuticos y sanitarios. “Estamos haciendo lo que podemos con lo poco que tenemos”, hace un llamamiento al panorama político para que finalmente actúe y se tome en serio los acuciantes problemas del sistema sanitario. Un ejemplo que cita Kircher es el último lugar de producción europeo de antibióticos y penicilina en Austria. Lo ve como un modelo positivo que Berlín debería emular para reducir su dependencia de las instalaciones de producción establecidas en China.

La situación demuestra que es necesario promover la producción nacional de medicamentos para no exponer más la salud de millones de pacientes al riesgo de escasez. Como resume Kircher, es hora de que los políticos aborden estas cuestiones cruciales y busquen soluciones a largo plazo antes de que la situación se deteriore aún más. Para obtener más información e informes detallados sobre la situación actual en el suministro de medicamentos, leer más en www.merkur.de.