Depresión: un catalizador para el asesinato y el suicidio
La violencia armada desenfrenada en Estados Unidos a menudo se atribuye a enfermedades mentales. La percepción general es que sólo una persona perturbada puede lanzarse a una matanza. Sigue siendo el tema de debate más candente cuando hay un baño de sangre en el país, como la reciente masacre de Las Vegas. Es posible que alguien que vive mucho tiempo de mal humor y está insatisfecho con su vida dé el paso drástico de matar a alguien o suicidarse. Un estudio de 2016 realizado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI) sugiere que los perpetradores de asesinatos o suicidios pueden ser...

Depresión: un catalizador para el asesinato y el suicidio
La violencia armada desenfrenada en Estados Unidos a menudo se atribuye a enfermedades mentales. La percepción general es que sólo una persona perturbada puede lanzarse a una matanza. Sigue siendo el tema de debate más candente cuando hay un baño de sangre en el país, como la reciente masacre de Las Vegas. Es posible que alguien que vive mucho tiempo de mal humor y está insatisfecho con su vida dé el paso drástico de matar a alguien o suicidarse.
Un estudio de 2016 del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI) sugiere que los perpetradores de asesinatos o suicidios pueden sufrir depresión. Un estudio anterior examinó la conexión entre los dos y encontró que la depresión, no la manía, era responsable de crímenes violentos como el asesinato. Ya sea que se trate de un ataque intencional o cometido de manera espontánea, alguien con antecedentes de síntomas depresivos puede recaer en una agresividad que no coincide con su personalidad. Sólo lleva al arrepentimiento más tarde.
Uno de esos trágicos incidentes que salió a la luz recientemente involucró a William Scaccia Jr., a quien le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático (TEPT) y depresión después de servir en Irak en la década de 1990. Scaccia fue acusada previamente de violencia doméstica y agresión y había intentado sin éxito comprar un arma de fuego. Cuando finalmente lo hizo, le disparó a su hijo de seis años y a él mismo. Según su esposa, él no estaba en su sano juicio cuando cometió el acto atroz.
El trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y la depresión son comunes entre los veteranos militares. A muchos veteranos que regresan del servicio activo les resulta extremadamente difícil adaptarse a la vida civil. Para algunos, los horrores de la guerra son difíciles de olvidar y sus recuerdos los atormentan. La probabilidad de depresión y otros trastornos mentales similares aumenta si hay antecedentes familiares.
Regular el uso de armas entre personas diagnosticadas con depresión
La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes en los Estados Unidos. La forma más común de depresión es el trastorno depresivo mayor, que afecta a 16,1 millones de adultos estadounidenses, o casi el 6,7 por ciento de toda la población adulta, en un año determinado. La depresión no sólo afecta la salud general de una persona, sino también su productividad en el trabajo, la escuela y el hogar. Afecta las relaciones sociales y personales y hace que el individuo sea inútil y sin esperanza.
Sin embargo, una proporción significativa de la población sigue sin recibir tratamiento. Cuando se combinan ciertos factores de riesgo, como el abuso de sustancias, el pasado traumático, el ambiente perturbador en el hogar o el acoso escolar o laboral, aumenta la probabilidad de que una persona cometa un delito. Las estadísticas sugieren que se suicidan más personas con armas de fuego que quienes las usan para matar a otros. Esto fue confirmado por el informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que mencionó que los suicidios con armas de fuego representaron aproximadamente seis de cada 10 muertes por armas de fuego en 2010, matando a 19.392 estadounidenses.
El suicidio sigue siendo una de las principales causas de muerte en Estados Unidos y es probable que los hombres recurran a armas de fuego para acabar con sus vidas. Aunque otros medios, como la sobredosis de pastillas, el ahorcamiento y el envenenamiento, son comunes, las armas de fuego son las más mortíferas. En el último momento no hay vuelta atrás ni pensar. Si se aprieta el gatillo, el daño es irreparable. Es recomendable verificar el historial criminal y de salud de una persona antes de otorgarle una licencia para usar armas de fuego, ya que puede tener consecuencias fatales.
La depresión se puede tratar con una intervención oportuna
No todas las personas que padecen trastornos mentales dañan a los demás. No deben verse como una amenaza para la sociedad. Ponerlos tras las rejas no resolverá el problema subyacente y su salud mental se deteriorará. Una forma de prevenir los suicidios y asesinatos cometidos por esas personas es crear conciencia sobre la salud mental y hacer que los servicios de salud sean accesibles para todos. Si la enfermedad se trata a tiempo, la persona afectada puede llevar una vida sana. La depresión es tratable siempre que se tomen las medidas adecuadas de manera oportuna.
Inspirado por Bárbara Odozi