Concéntrese en el hígado graso: ¡este tipo de frutas promueven la salud de su hígado!

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Alrededor de un tercio de los alemanes padecen la enfermedad del hígado graso. Consejos de prevención y alimentación saludable para la salud del hígado.

Rund ein Drittel der Deutschen leidet an Fettleber. Tipps zur Prävention und gesunder Ernährung für Lebergesundheit.
Alrededor de un tercio de los alemanes padecen la enfermedad del hígado graso. Consejos de prevención y alimentación saludable para la salud del hígado.

Concéntrese en el hígado graso: ¡este tipo de frutas promueven la salud de su hígado!

Alrededor de un tercio de los adultos en Alemania padecen la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFL), que ahora también es común en los niños. Uno de cada tres niños con sobrepeso padece enfermedad del hígado graso, lo que agrava el problema y la convierte en la enfermedad hepática más extendida en los países industrializados. Los hombres se ven afectados con más frecuencia que las mujeres. Las causas de la NAFL son diversas e incluyen una dieta desequilibrada, predisposición genética, falta de ejercicio, obesidad y diabetes mellitus.

Debido a que la NAFL suele ser asintomática, aumenta el riesgo de sufrir más complicaciones de salud. La afección a menudo se descubre accidentalmente durante una ecografía o análisis de sangre. Actualmente no existen terapias farmacológicas para tratar la NAFL. El único tratamiento eficaz son los cambios en el estilo de vida que puedan favorecer la regeneración del hígado.

Terapia y nutrición para mejorar la salud del hígado

Para aliviar la carga sobre el hígado y restaurar su salud, es fundamental perder el exceso de peso, integrar más ejercicio en la vida cotidiana, evitar el alcohol y no fumar. La dieta debe ser reducida en calorías y baja en grasas, teniendo las verduras un papel central. La dieta se puede complementar con aceites vegetales de alta calidad y alimentos ricos en proteínas.

En una dieta específica, se recomiendan las frutas bajas en azúcar como los arándanos, las clementinas, el aguacate, las moras, las manzanas, las naranjas y las ciruelas, mientras que se deben evitar las frutas con alto contenido de azúcar como las uvas, las piñas, los plátanos, los mangos y las cerezas. Las frutas enlatadas azucaradas, las frutas secas, las frutas confitadas y los purés de frutas también resultan inadecuados para un hígado sano.

Entre las medidas importantes para los afectados se incluyen análisis de sangre periódicos para comprobar los valores del hígado, especialmente en personas con sobrepeso y diabéticos. Una pérdida de peso de al menos el 5% del peso corporal tiene importantes efectos positivos en el proceso de recuperación, como periódico Fulda informó. Eso también Instituto de Salud señala la importancia de hábitos alimentarios saludables, incluidos alimentos ricos en fibra, para mejorar la salud del hígado.