Los trastornos por consumo de sustancias suelen coexistir con otras enfermedades mentales. ¡Exploremos el por qué!
Los trastornos por consumo de sustancias y las enfermedades mentales van de la mano, ya que las personas adictas a las drogas tienen el doble de probabilidades de desarrollar trastornos del estado de ánimo y de ansiedad que las personas normales y viceversa. Según la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud (NSDUH) de 2019, el 24,5 por ciento (o 61,2 millones de adultos) de 18 años o más han tenido una enfermedad mental (AMI) o un trastorno por uso de sustancias (TUS) en el último año. Además, el 16,8 por ciento (o 42 millones de personas) sufrieron un IAM pero no un TUS. La encuesta también encontró una incidencia del 3,9 por ciento (o 9,7 millones de personas) de TUS, pero no de IAM, mientras...

Los trastornos por consumo de sustancias suelen coexistir con otras enfermedades mentales. ¡Exploremos el por qué!
Los trastornos por consumo de sustancias y las enfermedades mentales van de la mano, ya que las personas adictas a las drogas tienen el doble de probabilidades de desarrollar trastornos del estado de ánimo y de ansiedad que las personas normales y viceversa. Según la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud (NSDUH) de 2019, el 24,5 por ciento (o 61,2 millones de adultos) de 18 años o más han tenido una enfermedad mental (AMI) o un trastorno por uso de sustancias (TUS) en el último año. Además, el 16,8 por ciento (o 42 millones de personas) sufrieron un IAM pero no un TUS. La encuesta también encontró una incidencia del 3,9 por ciento (o 9,7 millones de personas) de tener un TUS pero no de un IAM, mientras que el 3,8 por ciento (o 9,5 millones de personas) luchaban tanto con un IAM como con un TUS.
Una coprevalencia tan alta de IAM y TUS obliga a suponer que estas dos cosas están relacionadas y, de ser así, ¿por qué?
Encuentro: Una coincidencia o más
La alta incidencia de trastornos por uso de sustancias y enfermedades mentales concurrentes es independiente de una relación causal entre los dos. Además, no sugiere un orden específico de aparición del problema, simplemente porque múltiples factores pueden contribuir a los TUS y al IAM, siendo la mayoría de ellos independientes entre sí.
Por ejemplo, es importante ver si los síntomas han alcanzado un cierto nivel (según el DSM) para confirmar el diagnóstico de un trastorno mental. Sin embargo, los síntomas subclínicos también pueden conducir al consumo de drogas. Aunque siempre es difícil decir qué ocurre primero entre AMI y TUS. Sin embargo. Parecen existir tres posibilidades.
- Drogenkonsum kann zu psychischen Erkrankungen führen: Drogen oder Drogen können dafür verantwortlich sein, dass beim Benutzer ein oder mehrere Symptome einer psychischen Erkrankung verursacht werden. Die Beweise für diese Möglichkeit stammen aus dem bekannten Zusammenhang zwischen einem erhöhten Risiko für Psychosen und Marihuana bei einigen Konsumenten.
- Psychische Erkrankungen, die zu Drogenkonsum führen: Forscher haben über die mögliche Rolle psychischer Erkrankungen bei der Entstehung von Drogenkonsum gesprochen. Personen, die über offene, leichte oder sogar subklinische psychische Störungen berichten, sind anfällig für Drogenkonsum als Selbstmedikation. Langsam, wenn sich die Person durch den Konsum der Droge gestärkt fühlt, wird sie davon abhängig, was zu einer Sucht führt.
- Überlappende Faktoren: Es gibt bestimmte Faktoren, darunter genetische Anfälligkeiten, Gehirndefizite und/oder frühe Stress- oder Traumabelastung, die sowohl AMI als auch SUDs verursachen können.
Estos tres escenarios pueden manifestarse (en diversos grados para diferentes individuos) al sugerir IAM y TUS concurrentes.
Explorar factores comunes
La genética juega un papel tanto en el IAM como en el TUS. Los factores genéticos pueden ser un vínculo común importante entre estos dos trastornos, que se sabe que contribuyen al desarrollo de la adicción y otras enfermedades mentales. Según los investigadores, la genética contribuye entre un 40 y un 60 por ciento a la susceptibilidad a la adicción. Al mismo tiempo, los genes también pueden contribuir indirectamente al desarrollo del TUS al influir en la respuesta de una persona al estrés o en la tendencia de una persona a correr riesgos y buscar cosas nuevas.
Están involucradas regiones cerebrales similares. Puede ser más que una coincidencia que las mismas regiones del cerebro estén afectadas tanto en el TUS como en el IAM. Por ejemplo, las sustancias adictivas y las enfermedades mentales como la depresión y otros trastornos psiquiátricos afectan la dopamina, una sustancia química que transmite mensajes de una neurona a otra.
Esta superposición de áreas del cerebro afectadas por IAM y TUS puede indicar la posibilidad de que algunos cambios cerebrales causados por una de estas áreas puedan afectar a la otra.
Un informe publicado en el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) sugiere que el desarrollo de un trastorno mental y los cambios posteriores en la actividad cerebral tienden a aumentar la susceptibilidad al uso de sustancias al reducir la conciencia de sus efectos negativos, aumentar sus efectos positivos o aliviar los efectos desagradables causados por el trastorno mental.
Volverse mentalmente sano es un tratamiento oportuno
Se ha demostrado que varias terapias conductuales son eficaces en el tratamiento de comorbilidades. Sin embargo, es importante considerar otros factores relacionados como la edad del paciente y la medicación específica utilizada, entre otros, a la hora de planificar el tratamiento.
Inspirado por Bárbara Odozi