Los tratamientos para la artritis reumatoide pueden reducir el riesgo de demencia
Suprimir la inflamación puede ser clave. La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune que afecta hasta al 3% de la población. La inflamación de las articulaciones, el sello distintivo de la enfermedad, causa hinchazón, rigidez y movimiento limitado, particularmente en las pequeñas articulaciones de las manos y las muñecas. Pero la inflamación en la artritis reumatoide no se limita a las articulaciones: está presente en todo el cuerpo. Por ejemplo, los nódulos en la piel, la inflamación de los ojos y las cicatrices en los pulmones son características bien conocidas de la artritis reumatoide, todas relacionadas con una inflamación incontrolada. Curiosamente, la inflamación puede desempeñar un papel importante en la demencia. Entonces, ¿podrían los medicamentos antiinflamatorios para la artritis reumatoide afectar la probabilidad de demencia? …

Los tratamientos para la artritis reumatoide pueden reducir el riesgo de demencia
Suprimir la inflamación puede ser clave.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune que afecta hasta al 3% de la población. La inflamación de las articulaciones, el sello distintivo de la enfermedad, causa hinchazón, rigidez y movimiento limitado, particularmente en las pequeñas articulaciones de las manos y las muñecas.
Pero la inflamación en la artritis reumatoide no se limita a las articulaciones: está presente en todo el cuerpo. Por ejemplo, los nódulos en la piel, la inflamación de los ojos y las cicatrices en los pulmones son características bien conocidas de la artritis reumatoide, todas relacionadas con una inflamación incontrolada. Curiosamente, la inflamación puede desempeñar un papel importante en la demencia. Entonces, ¿podrían los medicamentos antiinflamatorios para la artritis reumatoide afectar la probabilidad de demencia?
¿Puede el tratamiento de la artritis reumatoide reducir el riesgo de demencia?
Estudios recientes sugieren que la respuesta puede ser sí. Quizás eso no debería sorprendernos. El papel de la inflamación en la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia ha sido un foco de investigación durante décadas, y los tratamientos para la artritis reumatoide reducen la inflamación.
Dado que actualmente no existen tratamientos preventivos eficaces para la enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia, la observación de que los tratamientos para la AR podrían prevenir la demencia podría ser innovadora.
¿Qué evidencia apoya esta idea? Éstos son algunos de los estudios observacionales más recientes y convincentes.
- Eine 2019 veröffentlichte Studie berichtete, dass Menschen mit RA, die mit Standardmedikamenten behandelt wurden, über einen Zeitraum von fünf Jahren weniger als die Hälfte des Risikos hatten, an Demenz zu erkranken, verglichen mit Menschen ohne RA.
- Eine Studie aus dem Jahr 2021 ergab, dass die Demenzraten bei Menschen mit RA in den letzten Jahrzehnten zurückgegangen und in der Gesamtbevölkerung gestiegen sind. Während dieser Zeit hatten sich die Behandlungen für RA verbessert.
- Eine Studie aus dem Jahr 2022, in der Menschen untersucht wurden, die verschiedene Arten von RA-Behandlungen erhielten, liefert einige der überzeugendsten Ergebnisse. Es stellte sich heraus, dass Menschen mit RA, die die neuesten und wirksamsten Behandlungen einnahmen, in den drei Jahren der Studie 19 % seltener an Demenz erkrankten als diejenigen, die mit älteren Arzneimitteln behandelt wurden. Beim Vergleich von Personen, die eine Reihe neuerer Medikamente einnahmen, gab es keinen signifikanten Unterschied in der Demenzrate.
En conjunto, estos estudios sugieren que ciertos tratamientos que ayudan a la artritis reumatoide pueden hacer más que solo proteger las articulaciones; También podrían proteger el cerebro. Esta no es la primera vez que un fármaco tiene un efecto secundario positivo inesperado. Pero podría ser uno de los más importantes.
¿Se necesita investigación adicional?
Si bien cada vez hay más evidencia de que los medicamentos antiinflamatorios podrían reducir el riesgo de demencia, se necesita más investigación:
- Beobachtungsstudien können die Ursache nicht beweisen. Sie beobachten einfach Demenzraten bei verschiedenen Personengruppen, was bedeutet, dass andere Faktoren für die Ergebnisse verantwortlich sein könnten. Beispielsweise wurden in der Studie von 2022 das Rauchen und die Familienanamnese nicht bewertet, die zu Demenz beitragen. Wenn die Gruppe, die ältere RA-Behandlungen erhielt, mehr Risikofaktoren für Demenz hatte, könnten die Medikamente die Ergebnisse nicht erklären. Aussagekräftigere Beweise stammen aus randomisierten kontrollierten Studien, in denen ansonsten ähnliche Personen nach dem Zufallsprinzip verschiedenen Behandlungsgruppen zugeordnet und ihre Gesundheit im Laufe der Zeit analysiert werden.
- Die Ergebnisse können bei unterschiedlichen oder vielfältigeren Gruppen von Studienteilnehmern abweichen. Beispielsweise waren die Teilnehmer der Studie von 2022 ältere Erwachsene (Durchschnittsalter 67), überwiegend Weiße (75 %) und überwiegend Frauen (80 %).
- Unabhängige Forschung ist notwendig, um die Ergebnisse zu bestätigen. Eine einzelne Studie einer Gruppe von Forschern ist selten überzeugend, insbesondere bei einem so wichtigen Thema wie der Prävention von Demenz.
- Eine längerfristige Nachsorge ist erforderlich. Rheumatoide Arthritis ist eine lebenslange Krankheit, daher erzählen Studien, die drei bis fünf Jahre dauern, möglicherweise nicht die ganze Geschichte.
- Wir sind uns nicht sicher, wie bestimmte Medikamente gegen RA das Gehirn schützen könnten. Wir wissen auch nicht, ob diese Behandlungen für Menschen ohne RA wirksam sein könnten.
Es razonable creer que la reducción de la inflamación, en lugar de un fármaco específico, proporciona beneficios, ya que diferentes medicamentos con diferentes métodos para amortiguar la inflamación se han relacionado con un menor riesgo de demencia en personas con AR. Pero necesitamos más investigaciones para demostrar que esto es cierto.
El resultado final
Los tratamientos desarrollados durante los últimos 50 años han transformado la artritis reumatoide de una enfermedad a menudo incapacitante a una enfermedad crónica que generalmente está bien controlada. La elección inicial del tratamiento depende de una combinación de factores, incluida la eficacia, el perfil de efectos secundarios, la vía de administración (la mayoría de las personas prefieren las pastillas a las inyecciones), el costo y si el seguro médico cubre un medicamento.
Pronto se podría añadir otra consideración a esa lista: la capacidad de un fármaco para reducir el riesgo de demencia. Esto podría ser particularmente relevante para las personas con artritis reumatoide que tienen fuertes antecedentes familiares de demencia.
¿Y qué pasa con las personas sin AR? Creo que es sólo cuestión de tiempo antes de que los estudios examinen si los medicamentos antiinflamatorios pueden reducir el riesgo de demencia incluso en personas sin enfermedades inflamatorias como la AR. Si bien es imposible predecir qué mostrarán estos estudios, una cosa es segura: el impacto de un estudio positivo sería enorme.