Dieta para tratar las hemorroides.
Estreñimiento y hemorroides El sangrado rectal de color rojo brillante que no se mezcla con las heces suele ser el primer síntoma de las hemorroides (o las hemorroides comunes, hemorroides). El prolapso sólo ocurre con la primera evacuación intestinal y luego se resuelve espontáneamente. La picazón anal persistente es un síntoma de hemorroides. El dolor sólo se produce cuando hay un ataque agudo de inflamación y edema con prolapso o cuando hay una lesión acompañante como una fisura. Varias observaciones apoyan la conexión directa entre la dieta y las hemorroides. De hecho, esta enfermedad rara vez ocurre en países donde la dieta es rica en fibra y baja en...

Dieta para tratar las hemorroides.
Estreñimiento y hemorroides
El sangrado rectal de color rojo brillante que no se mezcla con las heces suele ser el primer síntoma de las hemorroides (o las hemorroides comunes, hemorroides). El prolapso sólo ocurre con la primera evacuación intestinal y luego se resuelve espontáneamente. La picazón anal persistente es un síntoma de hemorroides. El dolor sólo se produce cuando hay un ataque agudo de inflamación y edema con prolapso o cuando hay una lesión acompañante como una fisura. Varias observaciones apoyan la conexión directa entre la dieta y las hemorroides. De hecho, esta enfermedad rara vez ocurre en países donde la dieta es rica en fibra y baja en alimentos refinados. Un componente importante de las hemorroides es el estreñimiento debido al mayor esfuerzo requerido para defecar, lo que aumenta la presión intraabdominal y obstruye el retorno venoso. Además, el aumento de presión aumenta la congestión pélvica, lo que puede debilitar la pared de las venas y facilitar la formación de hemorroides.
Más fibras
En última instancia, una dieta rica en fibra es la forma más eficaz de prevenir las hemorroides. Los productos integrales, legumbres, verduras y frutas favorecen la peristalsis intestinal.
Muchos componentes de las fibras atraen agua y las heces se vuelven blandas y espesas, fáciles de expulsar.
Las verduras y frutas también contienen muchos nutrientes que aumentan la integridad de las venas, especialmente importantes bioflavonoides, vitaminas A, C, E, complejo B y zinc. Los arándanos, las cerezas y las moras son ricos en bioflavonoides, los albaricoques, los melones, las calabazas, las zanahorias y los arándanos contienen vitamina A. Los cítricos, las fresas, las grosellas, el brócoli, las coles de Bruselas, los berros y las espinacas contienen vitamina C, los cereales integrales y los copos de levadura de cerveza contienen vitamina B. El zinc se encuentra en la avena, las semillas oleaginosas, el trigo, el trigo sarraceno, las avellanas, las almendras, guisantes, Contiene perejil, ajo y zanahoria.
Cuando se trata de hemorroides, al igual que los intestinos, debemos equilibrar el hígado y el bazo, dos órganos que contribuyen a la salud de las venas y por tanto del plexo hemorroidal. Cuando la energía del bazo es débil, no nutre el tejido conectivo y en consecuencia las venas se agotan fácilmente. Por eso son importantes, además de los alimentos refinados, el azúcar (el bazo sufre un exceso de azúcar y se nutre y reequilibra comiendo cereales), los alimentos grasos y los que calientan demasiado, como los embutidos, las carnes rojas, la leche, el queso, el chocolate y el café. Deberíamos reducir el consumo de carne, quizás sustituyendo las carnes rojas por carnes blancas o, mejor, preferir el pescado y las legumbres como fuente de proteínas. Para no sobrecargar el hígado, debemos dar preferencia a las verduras de color verde y reducir el consumo de solanáceas, entre ellas tomates, pimientos y berenjenas.
Miso, algas y mochi
Algunos alimentos sugeridos por la Macrobiótica pueden desempeñar un papel eficaz en el tratamiento y prevención de las hemorroides. Un alimento especialmente bueno para las venas es el miso, elaborado a partir de soja y cebada fermentadas, arroz o trigo. El miso tiene un sabor salado y se utiliza principalmente como condimento para sopas. Además de limpiar el hígado y mejorar la circulación sanguínea, restablece la flora intestinal y está indicado en el estreñimiento y las flatulencias. Gracias a las propiedades de los alimentos alcalinizantes, está indicado en enfermedades como la artritis, y por último, tonifica energéticamente el riñón, mejorando así el tono general. Aunque las algas son un excelente alimento en el tratamiento de las hemorroides. Los complementos para cocinar legumbres y cereales eliminan el calor interno y mejoran la peristalsis intestinal gracias al moco que atrae el agua y acaricia la mucosa intestinal. En particular, el kombu es bueno para los intestinos, mientras que el wakame es mejor para el hígado. El primero se añade a las verduras hervidas y el segundo a las sopas. Otro alimento muy adecuado para fortalecer el bazo (especialmente bueno y tónico) es el mochi. Se trata de pequeños bizcochos elaborados con arroz dulce que se pueden calentar a fuego lento.
Inspirado por Steven Bird