Síntomas de un ataque de asma
Los síntomas del asma varían mucho de persona a persona; y en ocasiones los ataques pueden variar, incluso para la misma persona. Su capacidad para reconocer los primeros signos y síntomas que aparecen inicialmente antes de una convulsión es crucial si desea evitar una visita a la sala de emergencias. Si nota estos signos, debe seguir los consejos de su médico y seguir un plan de acción guiado por un profesional. Antes de un ataque de asma en toda regla, generalmente existen signos y síntomas tempranos que usted debería poder reconocer fácilmente. La irritación de la nariz y la garganta, la sed y el aumento de la orina son síntomas comunes que pueden ocurrir antes de un ataque de asma. …

Síntomas de un ataque de asma
Los síntomas del asma varían mucho de persona a persona; y en ocasiones los ataques pueden variar, incluso para la misma persona. Su capacidad para reconocer los primeros signos y síntomas que aparecen inicialmente antes de una convulsión es crucial si desea evitar una visita a la sala de emergencias. Si nota estos signos, debe seguir los consejos de su médico y seguir un plan de acción guiado por un profesional.
Antes de un ataque de asma en toda regla, generalmente existen signos y síntomas tempranos que usted debería poder reconocer fácilmente. La irritación de la nariz y la garganta, la sed y el aumento de la orina son síntomas comunes que pueden ocurrir antes de un ataque de asma. Cada persona tiene su propio patrón único de síntomas tempranos y, en la mayoría de los casos, estos síntomas progresan hasta convertirse en dificultad para respirar grave si no se tratan adecuadamente.
Los síntomas clásicos de un ataque real son tos, sibilancias y dificultad para respirar. Las sibilancias al exhalar son muy comunes durante una convulsión. A menudo, el ataque comienza con sibilancias y respiración rápida y, a medida que las vías respiratorias se estrechan cada vez más, todos los músculos respiratorios se vuelven visiblemente activos.
Algunas personas experimentan primero esta opresión o dolor en el pecho. El dolor torácico ocurre en aproximadamente el 75% de los asmáticos; puede ser muy grave y su intensidad no depende de la gravedad del ataque en sí. Los músculos del cuello pueden tensarse y hablar puede resultar difícil o imposible. El final de un ataque suele estar marcado por una tos que produce una mucosidad espesa y fibrosa. Después de un ataque agudo, la inflamación puede durar desde unos pocos días hasta varias semanas. Esta inflamación no suele tratarse porque suele ser asintomática. Sin embargo, es esta inflamación asintomática la que debe tratarse para prevenir daños o recaídas a largo plazo en las vías respiratorias.
Los síntomas asmáticos más comunes son:
Dificultad para respirar (disnea)
Si tiene dificultad para respirar después de reír o pronunciar frases largas, es posible que tenga asma. En casos raros, es posible que tenga que inhalar antes de terminar de exhalar.
Jadear
Este es el silbido que a veces se escucha al respirar. Indica un estrechamiento de las vías respiratorias y puede estar presente al inhalar o exhalar. (Tenga en cuenta que no todos los asmáticos tienen sibilancias y no todas las sibilancias indican una condición asmática).
Dificultad para respirar relacionada con el deporte
Si le falta el aire debido al esfuerzo físico (ejercicio, subir escaleras, ejercicio rápido, etc.), esto puede ser un indicio de asma.
Sensación de opresión en el pecho
Esta sensación se siente como una banda apretada alrededor del pecho, como una banda elástica o un peso pesado apoyado sobre el pecho. Su capacidad para respirar completamente es limitada y, en situaciones avanzadas, dolorosa. A veces, esta tensión empeora en climas fríos.
Producción excesiva de moco.
Los gorgoteos o ruidos al inhalar o exhalar, así como toser con mucha mucosidad blanca y espumosa, son comunes en los asmáticos. En ocasiones este moco tiene una consistencia espesa y un color amarillo o verde.
Tos
Una tos seca recurrente suele ser un signo de asma. Esta tos persistente suele aparecer al aire libre, por la noche o después del ejercicio.
Dolor en el pecho
Cuando la inflamación atrapa aire en las vías respiratorias, la membrana circundante se estira y provoca dolor. Los casos avanzados a menudo pueden conducir a situaciones complicadas con afecciones similares al enfisema.
Congestión y drenaje nasal.La congestión nasal y la secreción nasal son efectos secundarios comunes del asma. La rinitis (inflamación de las fosas nasales) a menudo se denomina asma nasal.
Patrones de sueño alterados
La incapacidad para dormir debido a los ronquidos o al despertarse repetidamente durante la noche puede ser un síntoma de asma. Otras condiciones también indican esta condición, por lo que este síntoma por sí solo no debe considerarse concluyente.
letargo
Es normal que los asmáticos se sientan muy cansados. A menudo es el resultado de patrones de sueño alterados, reducción de la oxigenación de la sangre y de la disponibilidad de los tejidos corporales, y de la acumulación de ácido láctico en los músculos, lo que provoca fatiga muscular general.
Las primeras señales de alerta:
Incluso los asmáticos leves pueden sufrir ataques graves, por lo que es importante reconocer los primeros signos para poder tomar las medidas adecuadas.
- Ihr Hilfsmittel (Puffer) ist nicht mehr so wirksam und Sie müssen es häufiger als alle 3-4 Stunden verwenden.
- Das Keuchen verbessert sich oder verschwindet sogar, aber Ihre Atmungsfähigkeit verbessert sich nicht.
- Sie haben echte Schwierigkeiten, ganze Sätze zu sprechen, ohne zu atmen.
- Sie beginnen eine blaue bis graue Farbe, besonders um die Lippen und Fingerspitzen herum. Dies ist ein Zustand, der Zyanose genannt wird und darauf hindeutet, dass Sie einen unzureichenden Sauerstoffgehalt in Ihrem zirkulierenden Blut haben.
- Sie werden so ängstlich, dass Sie Angst haben.
- Klares Denken wird schwierig.
- Jeder Atemzug wird immer schwieriger.
El mejor consejo que podemos darle es: nunca ignore un ataque de asma con la esperanza de que mejore o desaparezca. Si los problemas persisten, busque atención médica calificada y siga un plan de tratamiento y recuperación guiado por un profesional.
Inspirado por Bill Bergfeld