Estudios recientes muestran que el autismo está creciendo
Estudios recientes del Instituto para Personas con Discapacidad de Nueva York han demostrado que la frecuencia previamente aceptada durante muchos años se encuentra ahora en un nivel bajo. Las cifras de incidencia anteriores eran que 1 de cada 166 niños tenía autismo en algún grado, pero estos estudios ahora muestran que la cifra se acerca a 1 de cada 150. Hay muchas explicaciones posibles para este aumento. Un grupo sugiere que a medida que comenzamos a comprender mejor el autismo, la definición de qué es el autismo se ha ampliado para incluir a niños que no habrían sido incluidos en las estadísticas. Pero incluso...

Estudios recientes muestran que el autismo está creciendo
Estudios recientes del Instituto para Personas con Discapacidad de Nueva York han demostrado que la frecuencia previamente aceptada durante muchos años se encuentra ahora en un nivel bajo. Las cifras de incidencia anteriores eran que 1 de cada 166 niños tenía autismo en algún grado, pero estos estudios ahora muestran que la cifra se acerca a 1 de cada 150.
Hay muchas explicaciones posibles para este aumento. Un grupo sugiere que a medida que comenzamos a comprender mejor el autismo, la definición de qué es el autismo se ha ampliado para incluir a niños que no habrían sido incluidos en las estadísticas. Pero incluso con esta definición ampliada, muchos de los niños que ahora forman parte de estas estadísticas tienen una forma muy leve de autismo, donde es cuestionable si se ha cruzado o no la línea entre un autismo muy leve o simplemente un caso estándar de síndrome de Asperger.
Aún se desconoce la causa real del autismo o del síndrome de Asperger y no hay evidencia científica concluyente que sugiera que exista algo muy específico que pueda estar relacionado con la causa. Algunas ideas son que hay algo en estos niños que los predispone al autismo y que algo sucede temprano en sus vidas que lo desencadena. Algunas reflexiones apuntan a la posibilidad de una enfermedad viral, similar a la de los niños a los que se les diagnostica diabetes a una edad temprana.
Aunque no existe cura, el autismo, como casi cualquier otra afección, se trata mejor cuando se diagnostica lo antes posible. Los padres deben ser conscientes de los síntomas del autismo y no tener miedo de que un médico que esté familiarizado con el autismo y sus síntomas examine a su hijo. Dependiendo del diagnóstico, existe una amplia gama de tratamientos posibles, que van desde medicamentos hasta sencillos servicios de intervención temprana. Un problema es que un niño muy pequeño aún no tiene una idea de lo que es normal, por lo que es posible que no se dé cuenta de que algo anda mal, lo que hace aún más importante que los padres sean conscientes de los síntomas del autismo y puedan prestarles atención.
Algunos estudios recientes han sugerido que la oxitocina juega un papel importante en el autismo. Esta es una hormona producida por la glándula pituitaria y parece desempeñar un papel importante en el comportamiento social. Se están realizando estudios para ver los efectos de la administración de oxitocina en diversas formas, incluida la intravenosa.
A medida que crece el número de casos diagnosticados de autismo, se financian cada vez más estudios para determinar la causa raíz. Pero la mejor defensa en este momento es estar consciente de los síntomas del autismo y del Asperger y, cuando estos síntomas se presenten, recibir un diagnóstico temprano.
Inspirado por Jon Arnold