2 formas en que disminuye la depresión
Durante los ataques de depresión que sufrí, descubrí en cada ocasión que ésta descendía como una nube de tormenta a lo largo de mi vida. Para ser claros, dos de mis depresiones más importantes provinieron de un dolor profundo, oscuro y que alteró mi vida. En otra temporada importante, fue el resultado de una relación abusiva y de no poder salir de lo que viví como una situación tóxica. Y mi última pelea hace unos años fue por un trabajo que no me gustaba y en el que no era bueno, lo que habla de lo importante que es mi...

2 formas en que disminuye la depresión
Durante los ataques de depresión que sufrí, descubrí en cada ocasión que ésta descendía como una nube de tormenta a lo largo de mi vida.
Para ser claros, dos de mis depresiones más importantes provinieron de un dolor profundo, oscuro y que alteró mi vida. En otra temporada importante, fue el resultado de una relación abusiva y de no poder salir de lo que viví como una situación tóxica. Y mi última pelea hace unos años fue por un trabajo que no me gustaba y en el que no era bueno, lo que habla de lo importante que es mi trabajo para mi salud mental.
He descubierto que la depresión desciende de dos maneras: de forma aguda, sin previo aviso, y de forma lenta y sutil con el tiempo. He experimentado ambos, el primero muchas veces y el segundo lo suficiente como para saberlo.
La forma aguda es aterradora y te deja preocupado por cuán sutilmente se infiltra en el momento presente, colapsando tu esperanza y destruyendo tu autoestima. Puedo recordar momentos en los que todo parecía estar bien, como cuando me despertaba por la mañana, pero a media mañana el manto de desprecio descendía en una hora o incluso minutos. O pasaría el día y el silencio de la noche revelaría mi realidad solitaria e ineludible. Durante esos momentos, inmediatamente sentí que me estaba ahogando en una paradoja de emociones: incapaz de controlarlas, pero incapaz de sentirlas sin el dolor. Completamente insostenible e insondable. Probablemente sea la cosa más aterradora que he experimentado jamás porque es un trabajo interno que hace que tu mundo implosione y se sienta peor que morir. Eso es lo que se siente.
Cuando la depresión disminuye gradualmente a lo largo de las semanas o meses, da miedo de una manera diferente. Viene acompañado de mucha confusión, lo cual es profundamente inquietante. Es como si estuvieras buscando respuestas y simplemente no aparecen. Algo anda mal, lo sabes, pero no hay nada que puedas hacer al respecto. Siempre encontré ataques inexplicables de irritabilidad o inutilidad (ambos en momentos diferentes) como la señal reveladora de que estaba en la niebla del perro negro. A veces he visto en otros duelos no resueltos que yace latente dentro de ellos, poniéndolos patas arriba y convirtiéndolos en lo que no eran, pero hay buenas noticias...
Lo bueno de los síntomas de la depresión es que indican dónde nos encontramos. Siempre me ha resultado más aliviado reconocer: "¡Guau, sí, eso es todo; estoy deprimido!". Siempre fue un alivio reconocer que necesitaba ayuda. Siempre fue un alivio para mi esposa y mis hijos, incluso cuando levanté la mano y dije que necesitaba ayuda.
El hecho de que podamos decir que necesito ayuda inspira esperanza porque es una admisión de que creemos que hay ayuda disponible. Después de tal admisión, la vida, la esperanza y el propósito no están lejos, pero, por supuesto, esto también depende de otras condiciones. Para muchas personas, existen enfermedades crónicas que las rodean. Para muchas personas, su salud mental es sólo una parte del panorama y se convierte simplemente en un efecto de otras causas más intrínsecas.
Inspirado por Steve Wickham