Diabetes: la enfermedad real
Es simplemente un fenómeno nuevo que vemos personas a nuestro alrededor con barrigas abultadas que se muestran reacias a subir escaleras. Probablemente ésta no era la situación hace una década. Hasta cierto punto, este cambio fue inevitable ya que de repente reemplazamos nuestra dieta básica por hamburguesas, papas fritas y pizza. El consumo excesivo de grasas, que aumenta el nivel de carbohidratos en nuestro organismo, nos vuelve obesos e incapacitados, y esto nos ha vuelto vulnerables a enfermedades como la diabetes. Sin duda, esto podría deberse a nuestros cambios en los hábitos alimentarios. Los principales síntomas de la diabetes suelen ser fatiga, niebla en el...

Diabetes: la enfermedad real
Es simplemente un fenómeno nuevo que vemos personas a nuestro alrededor con barrigas abultadas que se muestran reacias a subir escaleras. Probablemente ésta no era la situación hace una década. Hasta cierto punto, este cambio fue inevitable ya que de repente reemplazamos nuestra dieta básica por hamburguesas, papas fritas y pizza. El consumo excesivo de grasas, que aumenta el nivel de carbohidratos en nuestro organismo, nos vuelve obesos e incapacitados, y esto nos ha vuelto vulnerables a enfermedades como la diabetes. Sin duda, esto podría deberse a nuestros cambios en los hábitos alimentarios. Los principales síntomas de la diabetes suelen ser fatiga, confusión mental, somnolencia y presión arterial alta y baja. Esta es la enfermedad más común en el cuerpo en la actualidad.
Aunque los carbohidratos son el requerimiento básico del cuerpo, debido al cambio en los componentes de nuestros alimentos, consumimos mucha más cantidad de carbohidratos de la necesaria. Dado que la capacidad de almacenamiento de carbohidratos del cuerpo es limitada, el exceso de carbohidratos se convierte en grasa en el tejido adiposo con la ayuda de la insulina (una hormona secretada por el páncreas). La insulina ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre. Un exceso de glucosa corporal que la hormona insulina no puede almacenar conduce a la diabetes. Aumenta la presión arterial y también los niveles de azúcar. De este modo, se inyecta insulina en el cuerpo para reducir los niveles de azúcar en sangre.
También se debe tener precaución al inyectar insulina. Los niveles altos de insulina pueden provocar niveles muy bajos de azúcar en sangre, lo que provoca presión arterial baja y también suprime la función de dos hormonas importantes, el glucagón y la hormona del crecimiento. Por ello, es recomendable ingerir menos alimentos con exceso de grasas, especialmente comida chatarra. Esto nos mantendría en forma y libres de diabetes.
Inspirado por Rick Devis