Una innovadora técnica de biocontrol se dirige a las hembras para combatir las enfermedades transmitidas por mosquitos

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Según los investigadores, un método de biocontrol genético que acorta la vida útil de los insectos hembra podría funcionar tan rápido como los pesticidas para reducir las poblaciones de mosquitos portadores de enfermedades y plagas destructivas de las plantas. Las plagas de insectos representan una enorme amenaza para la salud y la agricultura mundial, provocando cientos de miles de muertes y millones de infecciones cada año, y miles de millones en daños a la salud y a los cultivos. El control biológico se considera cada vez más una alternativa viable a los pesticidas, que pueden dañar especies y ecosistemas no objetivo y volverse menos eficaces a medida que aumenta la resistencia a ellos. Un nuevo enfoque llamado Técnica del Hombre Tóxico (TMT), desarrollado por investigadores del Centro de Excelencia en Biología Sintética ARC...

Una innovadora técnica de biocontrol se dirige a las hembras para combatir las enfermedades transmitidas por mosquitos

Según los investigadores, un método de biocontrol genético que acorta la vida útil de los insectos hembra podría funcionar tan rápido como los pesticidas para reducir las poblaciones de mosquitos portadores de enfermedades y plagas destructivas de las plantas.

Las plagas de insectos representan una enorme amenaza para la salud y la agricultura mundial, provocando cientos de miles de muertes y millones de infecciones cada año, y miles de millones en daños a la salud y a los cultivos.

El control biológico se considera cada vez más una alternativa viable a los pesticidas, que pueden dañar especies y ecosistemas no objetivo y volverse menos eficaces a medida que aumenta la resistencia a ellos.

Un nuevo enfoque llamado Técnica del Macho Tóxico (TMT), desarrollado por investigadores del Centro de Excelencia ARC en Biología Sintética de la Universidad Macquarie en Australia, implica modificar genéticamente insectos machos para acortar la vida útil de las hembras con las que se aparean.

Los investigadores dicen que puede usarse para responder rápidamente a brotes de plagas agrícolas y combatir enfermedades transmitidas por mosquitos como la malaria, el dengue y el Zika.

"Creemos que nuestra tecnología tiene el potencial de funcionar tan rápido como los pesticidas, sin los riesgos asociados de daño a otras especies y al medio ambiente", dice Samuel Beach, investigador de ciencias biológicas aplicadas de la Universidad Macquarie y autor principal del estudio publicado hoy en Nature Communication.

Beach dice que el enfoque es más eficiente que los métodos existentes, como la técnica de los insectos estériles o la liberación de insectos con genes letales, que funcionan liberando masas de machos esterilizados o genéticamente modificados para aparearse con hembras salvajes.

Con estas técnicas, las hembras apareadas no dan a luz, o sólo dan a luz, crías macho, pero continúan alimentándose de sangre y propagando enfermedades hasta que mueren de forma natural, lo que significa que la población de hembras que muerden sólo disminuye a medida que emerge la siguiente generación.

"La TMT es más barata porque se necesitan menos machos para reducir la población de insectos o la propagación de enfermedades mucho más rápido", explica Beach.

Proteínas venenosas

La nueva técnica implica modificar genéticamente insectos machos para producir proteínas venenosas específicas de insectos en su esperma. Cuando estos machos se aparean con hembras, las proteínas se transfieren, lo que acorta significativamente la vida útil de las hembras y su capacidad para transmitir enfermedades.

Los investigadores descubrieron que el apareamiento de hembras con machos genéticamente modificados acortaba su esperanza de vida en un 60 por ciento.

"Lo ideal es que apuntemos a una reducción del 100 por ciento en la esperanza de vida, es decir, que las hembras mueran tan pronto como se apareen con el macho", dijo Beach a SciDev.Net. "Pero queremos lograrlo a largo plazo; llevará algún tiempo".

Incluso una reducción del 60 por ciento podría contribuir en gran medida a reducir el impacto de las enfermedades transmitidas por mosquitos, añade.

Enfermedades como la malaria, el dengue, el Zika, el chikungunya y la fiebre amarilla son transmitidas por las especies de mosquitos hembra Aedes aegypti y Anopheles gambiae.

Beach explica que un mosquito hembra que se alimenta de la sangre de su huésped y se infecta con el virus no es contagioso durante unos días. Durante un período de cinco a diez días, no puede transmitir la enfermedad a otra persona.

"Eso significa que no tenemos que llegar al 100 por ciento de mortalidad, sólo tenemos que acortar su esperanza de vida dentro de ese período de tiempo en el que no pueden transmitir la enfermedad a una segunda persona, que estimamos entre el 60 y el 80 por ciento por persona. La esperanza de vida se acorta en un uno por ciento", dice Beach.

Los investigadores dicen que la tecnología podría funcionar incluso mejor para los agricultores porque las plagas de las plantas tienen una vida útil más larga que los mosquitos: hasta uno o dos años en comparación con tres o cuatro semanas.

"Debido a que el tiempo de generación es tan largo, si podemos matar a la hembra antes, será mucho más beneficioso para las plagas agrícolas", añade Beach.

Costos operativos

Tonny Owalla, investigador de Med Biotech Laboratories Kampala, Uganda, que no participó en el estudio, cree que desarrollar mosquitos macho para reducir la población de mujeres portadoras de malaria podría ser un enfoque útil.

Pero advierte que el costo de implementación podría hacer que la tecnología sea inutilizable para su uso rutinario en países endémicos de malaria.

"Tomemos, por ejemplo, cuántos mosquitos machos se liberarían en la República Democrática del Congo, el país más endémico de malaria de África, cuántas rondas de liberaciones por año, infraestructura, fuente de suministro de mosquitos...", dice Owalla.

Beach dice que la tecnología debe pasar por rigurosas pruebas de seguridad antes de su implementación. Además, también se requieren marcos regulatorios para el uso y la infraestructura para la cría de mosquitos.

Sin embargo, estamos seguros de que en unos años nuestra tecnología proporcionará a millones de personas en todo el mundo una solución sostenible para combatir enfermedades y plagas de plantas”.

Tonny Owalla, investigador de Med Biotech Laboratories Kampala, Uganda


Fuentes: