El canto dirigido a los bebés mejora el comportamiento de visualización social de los bebés, según una nueva investigación
En un estudio reciente publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los investigadores examinaron los efectos del canto dirigido a niños en el comportamiento visual social de los bebés. Aprendizaje: La música cantada para niños promueve el comportamiento visual social del bebé. Crédito de la imagen: Prostock Studio/Shutterstock Antecedentes Cuando los niños son pequeños, los cuidadores les cantan para calmarlos, calmarlos e involucrarlos. De esta forma, la música comienza a desempeñar un papel en el vínculo social. El canto dirigido a bebés es un evento universal que promueve lazos de amistad a través de fronteras culturales. Cantar dirigido al niño concentra la atención del niño...

El canto dirigido a los bebés mejora el comportamiento de visualización social de los bebés, según una nueva investigación
En un estudio publicado recientemente en el Actas de la Academia Nacional de Ciencias Journal, los investigadores examinaron los efectos del canto dirigido a los niños en el comportamiento visual social de los bebés.

Lernen: Die Musik des kindgerechten Singens fördert das soziale visuelle Verhalten des Säuglings. Bildnachweis: Prostock-Studio/Shutterstock
fondo
Cuando los niños son pequeños, los cuidadores les cantan para calmarlos, calmarlos e involucrarlos. De esta forma, la música comienza a desempeñar un papel en el vínculo social. El canto dirigido a bebés es un evento universal que promueve lazos de amistad a través de fronteras culturales. El canto dirigido al niño concentra su atención, controla su estado de excitación y alivia su sufrimiento.
Cantarles a los bebés ayuda a los cuidadores a sentirse más conectados emocionalmente con sus bebés y a controlar su propia excitación. El proceso de arrastre fisiológico es un candidato prometedor como mecanismo potencial a través del cual el canto dirigido por niños puede promover el comportamiento social.
Sobre estudiar
En el presente estudio, los investigadores evaluaron si el ritmo del canto dirigido a los bebés influía en la atención visual de los bebés.
Se inscribieron en canto infantil 56 niños de dos meses y 56 bebés de seis meses. Para construir una prueba explícita y unidireccional de arrastre infantil, se utilizaron grabaciones audiovisuales (AV) del canto infantil. Cantantes aficionados interpretaron la velocidad, amplitud y tono de canciones infantiles como "Twinkle, Twinkle Little Star" y "Old MacDonald" con variaciones naturales. Las grabaciones AV se muestrearon a 44,1 kHz, mientras que el vídeo se grabó a 30 fotogramas por segundo. Se utilizaron un total de nueve grabaciones AV, cada una de las cuales duró casi 24 segundos.
La estructura rítmica de la canción se cuantificó categorizando los intervalos de tiempo vocal de las sílabas métricamente significativas de cada canción, a las que se hizo referencia como "tiempos" por conveniencia. La codificación se realizó visualizando cada espectrograma y forma de onda del habla y utilizando reproducción interactiva. En las nueve grabaciones se proporcionaron un total de 227 ritmos.
Las áreas de los ojos se representaron como un mapa de bits en cada cuadro de video correspondiente a cada enfermera cantante. Para determinar si la mirada promedio estaba sincronizada para coincidir con la estructura rítmica del canto del cuidador, se utilizó la tecnología de seguimiento ocular (ISCAN) para medir el escaneo visual de los bebés. Utilizando diagramas de fase y curvas de Lissajous, el equipo evaluó el momento de las respuestas sincronizadas del bebé y del cuidador. El equipo también examinó si los ritmos de canto y los movimientos oculares de los recién nacidos estaban sincronizados. También se determinó el tiempo asociado con las fijaciones oculares en relación con el tiempo de los ritmos métricamente fuertes de la canción para cada grupo de edad.
Resultados
En los bebés de dos y seis meses, la mirada aumentada de los bebés estuvo temporalmente ligada al ritmo de canto del cuidador. El equipo también descubrió que la fase de cada respuesta estaba sorprendentemente sincronizada con el ritmo. Esto se demostró por el hecho de que la mirada individual alcanzó su valor más alto dentro de los 108 ms después del golpe, con un 58,9% y un 32,1% para los bebés de seis y dos meses, respectivamente.
El estudio también mostró una progresión en el desarrollo infantil. Mientras que los bebés de dos meses y seis meses mostraron respuestas de la mirada que estaban sincronizadas con el ritmo, el aumento en la mirada a los seis meses mostró un bloqueo de fase mucho más estricto en comparación con los dos meses. Se observaron patrones similares en la magnitud y forma de los histogramas de tiempo de periestímulo (PSTH). Los bebés de dos y seis meses mostraron una visión ocular significativamente mayor que estaba temporalmente relacionada con el ritmo del canto del cuidador. Sin embargo, la magnitud del aumento fue significativamente mayor en los bebés de seis meses que en los de dos meses.
Además, las comparaciones dentro del grupo y los valores esperados aleatorios mostraron que los niveles de mirada casi se duplicaron después de dos meses, pero más de cuatro veces después de seis meses. Estas variaciones respaldaron que el arrastre rítmico para la acción socialmente adaptativa era detectable a los dos meses de edad y antes de volverse cada vez más significativo a los seis meses de edad, al tiempo que reflejaba la maduración motora entre los dos y los seis meses de edad.
Los resultados para los latidos fueron significativamente diferentes de los de alta amplitud y alta frecuencia. Los casos de alta amplitud y alta frecuencia pueden ocurrir separadamente de los momentos de importancia rítmica. Sin embargo, ambos son indicadores prosódicos esenciales del énfasis comunicativo y se relacionan con el ritmo del estímulo. Como resultado, proporcionan señales comunicativas relacionadas pero en ocasiones separables. Ni la alta amplitud ni la alta frecuencia fueron suficientes para regular la mirada infantil en los grupos de edad de dos o seis meses cuando se examinaron como impulsores putativos discretos de la mirada infantil.
En general, los resultados mostraron que el canto infantil era capaz de dirigir la mirada de los bebés hacia los ojos de sus cuidadores. Esto proporciona un mecanismo para que el canto dirigido por el niño facilite la interacción social durante todo el desarrollo y se vuelve detectable a los dos meses y más pronunciado a los seis meses.
Referencia:
- Lense, Miriam D., Shultz, Sarah, Astésano, Corine, Jones, Warren. (2022). Die Musik des kindgerechten Singens fördert das soziale visuelle Verhalten des Säuglings. Proceedings of the National Academy of Sciences. doi: https://doi.org/10.1073/pnas.2116967119 https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2116967119
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