Un estudio abre nuevos enfoques para tratar la enfermedad del hígado graso
Un grupo de estudio de la MedUni de Viena ha identificado un circuito regulador controlado por la leptina a través del cual esta hormona derivada de los adipocitos regula el metabolismo de los lípidos hepáticos a través del sistema nervioso autónomo. El estudio muestra que este eje tejido graso-cerebro-hígado, que ya ha sido identificado en modelos animales, también existe en humanos y abre nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades metabólicas como la enfermedad del hígado graso. El objetivo del estudio realizado por Thomas Scherer y Matthäus Metz del Departamento Clínico de Endocrinología y Metabolismo (Clínica Universitaria de Medicina Interna III de MedUni Viena y Hospital General de Viena) era identificar los efectos independientes de la leptina sobre el metabolismo de las grasas hepáticas en humanos y sus efectos anoréxicos. La hormona del tejido graso...

Un estudio abre nuevos enfoques para tratar la enfermedad del hígado graso
Un grupo de estudio de la MedUni de Viena ha identificado un circuito regulador controlado por la leptina a través del cual esta hormona derivada de los adipocitos regula el metabolismo de los lípidos hepáticos a través del sistema nervioso autónomo. El estudio muestra que este eje tejido graso-cerebro-hígado, que ya ha sido identificado en modelos animales, también existe en humanos y abre nuevos enfoques para el tratamiento de enfermedades metabólicas como la enfermedad del hígado graso.
El objetivo del estudio realizado por Thomas Scherer y Matthäus Metz del Departamento Clínico de Endocrinología y Metabolismo (Clínica Universitaria de Medicina Interna III de MedUni Viena y Hospital General de Viena) era identificar los efectos independientes de la leptina sobre el metabolismo de las grasas hepáticas en humanos y sus efectos anoréxicos. La hormona del tejido graso, la leptina, circula en la sangre en proporción a la masa grasa y actúa principalmente como una señal de saciedad en el cerebro. Además de controlar el apetito, también interviene en la regulación del metabolismo de la glucosa y los lípidos. Estos efectos están mediados por el sistema nervioso autónomo, que conecta el cerebro con órganos periféricos como el hígado y el tejido adiposo. La leptina humana recombinante (metreleptina) está aprobada para el tratamiento de la lipodistrofia. En estos pacientes con deficiencia de leptina, la metreleptina reduce el contenido de lípidos hepáticos independientemente de la ingesta de alimentos. Sin embargo, el mecanismo subyacente no estaba claro hasta ahora.
En experimentos anteriores con animales, el grupo de estudio pudo demostrar que la leptina estimula la liberación de lípidos del hígado y al mismo tiempo suprime la formación de nuevos lípidos, reduciendo así el contenido de grasa del hígado. Este efecto dependía de la inervación autonómica intacta del hígado y fue abolido después de la sección del nervio vago.
En el presente estudio, los autores probaron si un mecanismo comparable regula el metabolismo de los lípidos hepáticos en humanos. Muestran que una sola inyección de metreleptina estimuló la exportación de lípidos hepáticos en hombres sanos y de peso normal y redujo el contenido de grasa del hígado. Se produjo un efecto similar después de la alimentación simulada modificada, un procedimiento que induce reflejos de la fase cefálica y, por lo tanto, estimula fisiológicamente el nervio vago. Por el contrario, la metreleptina no logró promover la secreción de lípidos hepáticos en receptores de trasplantes de hígado cuyos hígados no estaban inervados por el sistema nervioso autónomo como resultado del trasplante.
Por lo tanto, el estudio sugiere que la leptina también regula el contenido de grasa del hígado en humanos a través del cerebro y el sistema nervioso autónomo, explicó el líder del estudio Thomas Scherer: "Nuestros resultados sugieren que, al igual que las observaciones anteriores en modelos animales, la leptina también estimula la liberación de lípidos del hígado en humanos y, por lo tanto, reduce la grasa del hígado a través del sistema nervioso central y el nervio vago".
Por lo tanto, los investigadores suponen que la leptina puede prevenir el desarrollo de la enfermedad del hígado graso independientemente de su efecto supresor del apetito. El estudio también sugiere que el cerebro humano influye en el metabolismo de las grasas del hígado a través del sistema nervioso autónomo. Esto podría abrir nuevas opciones de tratamiento que involucren al sistema nervioso central para prevenir la enfermedad generalizada del hígado graso.
Fuente:
Referencia:
Metz, M., et al. (2022) La leptina aumenta la exportación de triglicéridos hepáticos a través de un mecanismo vagal en humanos. Metabolismo celular. doi.org/10.1016/j.cmet.2022.09.020.
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