Aceite de oliva: ¡La protección secreta contra la demencia y el Alzheimer!
Los investigadores demuestran que el aceite de oliva puede reducir el riesgo de demencia. La dieta mediterránea promueve la salud del cerebro.

Aceite de oliva: ¡La protección secreta contra la demencia y el Alzheimer!
Un estudio reciente muestra que el consumo diario de aceite de oliva puede proporcionar una protección significativa contra la demencia. Según informes de periódico Fulda y Enfocar Actualmente, en Alemania alrededor de 1,8 millones de personas padecen demencia y esta tendencia aumentará en los próximos años. La Universidad de Harvard llevó a cabo un extenso estudio a largo plazo con más de 92.000 participantes para examinar cómo el aceite de oliva puede influir en el riesgo de morir por demencia.
La dieta juega un papel central en la prevención de la demencia. Este estudio encontró que las personas que consumían al menos siete gramos de aceite de oliva (aproximadamente una cucharadita) al día tenían un riesgo 28 por ciento menor de morir de demencia. Por el contrario, los participantes con menor consumo de aceite de oliva tuvieron una mayor mortalidad. En particular, sustituir cinco gramos de grasas no saludables como la margarina o la mayonesa por aceite de oliva pudo reducir el riesgo de demencia hasta en un 14 por ciento.
El papel del aceite de oliva en la dieta
El aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados, polifenoles y vitamina E, que ayudan a promover la salud cardiovascular y pueden proteger contra el deterioro cognitivo. La Sociedad Alemana de Nutrición recomienda un consumo diario de aceite de 10 a 15 gramos. Sin embargo, Oekotest señala diferencias en la calidad de los aceites de oliva, que pueden influir en los beneficios para la salud.
Además, se ha descubierto que una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, pescado y aceites vegetales protege la salud del cerebro. También se recomienda consumir té negro y verde ya que estas bebidas también contienen polifenoles que favorecen el flujo sanguíneo al cerebro.
El estudio de Harvard también destaca otros factores de riesgo de demencia, como la falta de ejercicio, las lesiones en la cabeza, el alcohol, la presión arterial alta y la diabetes. Según la Sociedad Alemana de Alzheimer, la esperanza de vida media después de un diagnóstico de Alzheimer es de unos ocho años, siendo las personas con demencia avanzada más susceptibles a las enfermedades infecciosas.