Los trastornos del sueño como señal de alerta: ¡Cómo reconocer los primeros signos de demencia!
Los problemas del sueño podrían ocurrir décadas antes de un diagnóstico de demencia. Los últimos estudios muestran medidas preventivas.
Los trastornos del sueño como señal de alerta: ¡Cómo reconocer los primeros signos de demencia!
Cada vez más personas en Alemania luchan contra la sombra de la demencia y los últimos resultados de investigaciones muestran conexiones alarmantes entre el comportamiento del sueño y el riesgo de desarrollar esta insidiosa enfermedad. Un estudio canadiense ha descubierto que los trastornos del sueño REM, en los que los afectados se contraen incontrolablemente durante el sueño, pueden indicar enfermedades neurodegenerativas como la demencia hasta 15 años antes del diagnóstico real. Esta información, publicada por el periódico Fulda, muestran la urgencia de tomar en serio el comportamiento del sueño como una posible señal de advertencia.
Además, un estudio del estudio Whitehall II destaca que dormir menos de siete horas en la mediana edad aumenta un 37% el riesgo de desarrollar demencia en el futuro. Estos hallazgos clave, extraídos de un análisis de más de 10.000 funcionarios públicos del Reino Unido, resaltan la importancia de mantener un horario de sueño saludable para proteger la salud mental a medida que envejecemos. Sin embargo, los investigadores advierten que dormir mucho también se asocia con un mayor riesgo de demencia, lo que sugiere que una calidad inadecuada del sueño también podría ser un marcador de otros problemas de salud. SpringerEnlace informó.
La conexión entre el sueño y el riesgo de desarrollar demencia puede deberse al papel del sistema glifático, que garantiza que las sustancias nocivas se eliminen del cerebro durante el sueño. La falta de un sueño reparador adecuado podría alterar estos importantes procesos de limpieza y promover la acumulación de proteínas tóxicas relacionadas con el Alzheimer. Los resultados de la investigación son claros: quien duerme bien no sólo protege su cuerpo, sino también su mente de los peligros de la demencia.