El estudio muestra altas tasas de trastornos por consumo de cannabis entre los veteranos estadounidenses de mayor edad
Una nueva investigación muestra que más de uno de cada 10 veteranos estadounidenses mayores consumen cannabis y más de un tercio de estos consumidores alcanzan el umbral del trastorno por consumo de cannabis, lo que destaca las necesidades urgentes de detección y prevención en una población que envejece. El dolor dominó el uso médico: más de la mitad de los veteranos mayores que consumieron cannabis medicinal (56,4%) citaron como razones el alivio del dolor, muy por encima de la salud mental (18,4%) o el sueño (16,0%). En un estudio reciente publicado en Jama Network Open, los investigadores utilizaron una cohorte de la Administración de Salud de Veteranos (VHA) (de 65 a 84 años...
El estudio muestra altas tasas de trastornos por consumo de cannabis entre los veteranos estadounidenses de mayor edad
Una nueva investigación muestra que más de uno de cada 10 veteranos estadounidenses mayores consumen cannabis y más de un tercio de estos consumidores alcanzan el umbral del trastorno por consumo de cannabis, lo que destaca las necesidades urgentes de detección y prevención en una población que envejece.
El dolor dominó el uso médico: más de la mitad de los veteranos mayores que consumieron cannabis medicinal (56,4%) citaron como razones el alivio del dolor, muy por encima de la salud mental (18,4%) o el sueño (16,0%).
En un estudio publicado recientemente enRed Jama abiertaLos investigadores utilizaron una cohorte de la Administración de Salud de Veteranos (VHA) (de 65 a 84 años; 4503 participantes) para examinar los patrones de consumo de cannabis y el trastorno por consumo de cannabis (CUD) en adultos mayores. El estudio transversal, realizado a través de entrevistas entre febrero de 2020 y agosto de 2023, encontró que el 10,3% de los participantes informaron haber consumido cannabis en los últimos 30 días, y el 36% de estos usuarios cumplían los criterios para CUD. Dentro de esta cohorte de mayor edad, los participantes con mayor riesgo incluían el grupo de edad más joven (65-75 años), aquellos expuestos al cannabis inhalado y aquellos con ansiedad o deterioro funcional.
fondo
La legalización federal del cannabis ha contribuido al crecimiento entre los adultos de 65 años o más en todos los grupos de edad en los Estados Unidos. La prevalencia aumentó del 0,4 al 7% en 2005-2006 al 8,4% en 2022 en la población general, pero la cohorte VHA mostró tasas aún más altas (10,3%). Los adultos mayores son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cannabis, como problemas de movilidad o empeoramiento de enfermedades crónicas, pero investigaciones anteriores han pasado por alto en gran medida a este grupo de edad. Este estudio es el primero en describir la prevalencia de CUD y los factores de riesgo en veteranos mayores.
Diseño del estudio
El Estudio VA sobre Cannabis y Envejecimiento analizó registros médicos y entrevistas telefónicas de 4.503 pacientes de VHA en la comunidad. Los participantes fueron identificados mediante un algoritmo de procesamiento de textos para examinar los registros médicos en busca de términos sobre cannabis. Las exclusiones incluyeron deterioro cognitivo severo o enfermedad terminal. Las entrevistas evaluaron el consumo de cannabis durante toda la vida y en los últimos 30 días, los modos de consumo (p. ej., fumar, comestibles) y los criterios CUD del DSM-5. Los análisis tuvieron en cuenta factores sociodemográficos, conductuales y relacionados con la salud.
Hallazgos clave
El estrés económico importaba: los veteranos que luchaban por satisfacer las necesidades básicas tenían un 60% más de probabilidades de consumir cannabis, lo que sugiere que el estrés financiero puede impulsar la automedicación en este grupo.
El estudio encontró que el 57,4% de los participantes informaron haber consumido cannabis a lo largo de su vida, y el 28,9% lo consumía por motivos médicos como dolor, salud mental o control del sueño. Entre los consumidores recientes, el 10,3% había consumido cannabis en los últimos 30 días, y más de la mitad de estos individuos (52,4%) eran consumidores frecuentes, definidos como consumidores de cannabis 20 o más días al mes. Fumar fue la forma de consumo más común (72,4% de los consumidores recientes), seguido de la comida (36,9%).
En particular, el 36,3% de los consumidores de los últimos 30 días cumplían los criterios de trastorno por consumo de cannabis (CUD), incluido el 22,9% con casos leves, el 10,9% con casos moderados y el 2,5% con casos graves. El riesgo de CUD fue mayor en aquellos que consumieron cannabis (por ejemplo, fumar o vapear) e inhalar cannabis (por ejemplo, fumar o vapear), en comparación con aquellos que consumieron comestibles solos. Los factores de riesgo adicionales incluyeron una edad más joven dentro de la cohorte de mayor edad (65 a 75 años versus 76 a 84 años), síntomas de ansiedad, uso de drogas ilícitas y déficits en las actividades de la vida diaria. Los participantes que consumieron cannabis exclusivamente con fines médicos tuvieron menores probabilidades de sufrir CUD que los consumidores recreativos.
La cohorte era predominantemente masculina (85,4%), blanca (78,4%) y jubilada (73,3%), siendo las personas solteras y los hombres más propensos a informar sobre el consumo reciente de cannabis.
Conclusiones e implicaciones
La clara huella de la legalización: vivir en una jurisdicción recreativa ha duplicado la probabilidad de consumir cannabis en comparación con estados no legales.
El estudio destaca que las tasas de consumo de cannabis entre los veteranos mayores son ahora comparables al consumo de tabaco en esta población y destaca la necesidad crítica de realizar exámenes clínicos de rutina. Si bien los resultados son específicos de los pacientes de VHA y pueden no ser generalizables a los no veteranos, resaltan los desafíos de salud pública emergentes a medida que el cannabis se vuelve más accesible. El uso frecuente (≥20 días/mes) y el cannabis inhalado se asociaron fuertemente con el CUD, mientras que el uso exclusivo de alimentos fue menos dañino, lo que sugiere posibles vías para reducir el daño.
Las limitaciones del estudio incluyen su diseño transversal, que impide inferencias causales, y la dependencia de datos autoinformados, que pueden subestimar la prevalencia real. La sobrerrepresentación de hombres (85,4%) también limita la comprensión de los patrones específicos de género. Los investigadores abogan por la integración de herramientas de detección validadas, como los criterios del DSM-5 o la Prueba de identificación de trastornos por consumo de cannabis (Cudit-R), en la atención primaria para adultos mayores.
Los autores también encuentran que la legalización en un estado con legalización del cannabis recreativo se asoció con mayores probabilidades de uso y que la mayoría de los casos de CUD fueron de gravedad leve.
Fuentes:
- Pravosud V, Lum E, Vali M, et al. Cannabis Use Among Older Adults. JAMA Netw Open. 2025;8(5):e2510173. doi:10.1001/jamanetworkopen.2025.10173, https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2833976