Al descubierto: ¡Debes conocer estos mitos sobre el protector solar!
Descubra qué espesor debe tener la capa de protector solar para garantizar una protección óptima contra la radiación UV. Consejos para tomar el sol de forma segura.

Al descubierto: ¡Debes conocer estos mitos sobre el protector solar!
Un fuerte llamado a la seguridad bajo el sol
Actualizado el 22 de julio de 2024 a las 8:59 a.m.
Una adecuada protección de la radiación solar es crucial para la salud de nuestra piel. (imagen del símbolo)
© Getty Images/Nicolas McComber
En verano, el llamado a la precaución ante el sol no sólo es sensato, sino vital. El uso inadecuado de protector solar puede tener consecuencias de gran alcance. Los productos disponibles en el mercado no siempre son suficientes, especialmente cuando se trata de una correcta aplicación y uso.
El papel del protector solar
Los protectores solares no son sólo productos cosméticos, son herramientas esenciales para proteger contra los dañinos rayos UV. Los rayos ultravioleta son más fuertes bajo la luz solar directa, especialmente entre las 11 a. m. y las 3 p. m. Descuidar el hecho de que una cierta cantidad de radiación permanece incluso en la sombra es un error común. La protección UV es esencial incluso en el agua, ya que las superficies del agua reflejan los rayos UV.
La cantidad de aplicación adecuada para una protección eficaz
La cuestión de la cantidad adecuada de protector solar hace que muchas personas reflexionen. Según la Oficina Federal de Protección Radiológica, una botella estándar de 200 mililitros debe consumirse después de cinco aplicaciones para alcanzar el factor de protección solar (SPF) especificado. Para lograrlo, se necesitan alrededor de dos miligramos por centímetro cuadrado de superficie de la piel. Para un adulto, esto equivale aproximadamente a cuatro cucharadas colmadas de protector solar para todo el cuerpo.
Vida útil y almacenamiento adecuado del protector solar.
La durabilidad del protector solar es un aspecto importante que a menudo se pasa por alto. Un producto sin usar suele durar hasta dos años y medio. Sin embargo, después de abrirlo, debes prestar atención a la información del embalaje. Una marca como "12M" indica que el producto es seguro de usar hasta doce meses después de su apertura. Sin embargo, si la crema se superpone o su consistencia ha cambiado, es mejor tirarla para evitar riesgos para la salud.
El malentendido sobre el prebronceado en solárium
Un error común es creer que el bronceado previo en una cama solar protege la piel del sol. Dermatólogos como Christoph Liebich advierten: La luz de los solarium se compone principalmente de rayos UVA, que producen un bronceado rápido pero no ofrecen una protección eficaz contra los rayos UVB. Además, las camas solares están prohibidas para los menores de 18 años porque la exposición adicional a la radiación aumenta el riesgo de daños en la piel.
La necesidad de volver a cremar regularmente.
Otro punto importante es la necesidad de volver a batir. Después de bañarse o sudar, es imprescindible volver a aplicar protector solar. Sin embargo, volver a aplicarlo no extiende el tiempo total de protección del protector solar; simplemente ayuda a mantener la protección que ya tiene. Un factor de protección solar (SPF) indica cuánto tiempo puedes permanecer al sol con protección. Por ejemplo, si el tiempo de protección natural de la piel es de 10 minutos, un SPF 20 puede aumentarlo a 200 minutos, pero sólo en teoría.
¿Qué factor de protección solar se recomienda?
La Oficina Federal de Protección Radiológica recomienda un factor de protección solar de al menos 30 para los niños. Los adultos deben usar un SPF de 20 o más, especialmente en regiones o durante actividades donde aumenta la exposición a los rayos UV, como en las montañas o cerca del agua.
En resumen, se puede decir que el uso correcto del protector solar es fundamental para prevenir daños en la piel. La información sobre el uso, la cantidad y la elección correcta del factor de protección solar puede ayudarle a tomar decisiones conscientes y potencialmente minimizar los riesgos para la salud.