Las empresas familiares hacen sonar la alarma: el aumento de las cotizaciones sociales amenaza el empleo

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Aumento de las cotizaciones sociales en Alemania: las empresas advierten del colapso financiero y exigen a los políticos un plan de emergencia.

Steigende Sozialbeiträge in Deutschland: Unternehmen warnen vor Finanzkollaps und fordern Notfallkonzept von der Politik.
Aumento de las cotizaciones sociales en Alemania: las empresas advierten del colapso financiero y exigen a los políticos un plan de emergencia.

Las empresas familiares hacen sonar la alarma: el aumento de las cotizaciones sociales amenaza el empleo

En el corazón de Alemania hierve: el aumento de las cotizaciones sociales preocupa tanto a los directivos de las empresas como a los empleados. Podría estar surgiendo una nueva era de desafíos financieros que obligue a las empresas a repensar sus estrategias y potencialmente reducir su tamaño. Las alarmantes previsiones muestran que las cotizaciones a la seguridad social podrían aumentar drásticamente de aquí a 2035, y esto ha llevado a muchos a reaccionar.

El informe del Frankfurter Allgemeine Zeitung revela que se espera que las contribuciones a la seguridad social aumenten a más del 42 por ciento de los salarios brutos a partir de 2025. La preocupación es que esta tasa podría llegar incluso al 44 por ciento en los próximos años. Un breve estudio del Instituto IGES, realizado por encargo de DAK-Gesundheit, advierte también que, en el peor de los casos, las contribuciones podrían superar el 51 por ciento en 2035. Esta evolución va de la mano del cambio demográfico y de las reformas planificadas.

Carta incendiaria al gobierno federal

Para presionar al gobierno, los “Empresarios Familiares”, una organización de lobby formada por numerosas empresas, recurrieron a los dirigentes de la coalición del semáforo. En una carta incendiaria dirigida a los pesos pesados ​​políticos Olaf Scholz, Robert Habeck y Christian Lindner, la presidenta Marie-Christine Ostermann expresa la urgente necesidad de un concepto de emergencia. Subraya que es urgente volver a un nivel de carga del 40 por ciento para los costes salariales adicionales.

La carta incluso señala que se considera “superado significativamente” el límite de carga actual para las empresas. Ostermann describe los problemas que tienen las empresas debido al aumento de los costes. Sólo en 2022, las empresas pagaron más de 620 mil millones de euros en cotizaciones a la seguridad social. Según el cálculo, un aumento del tipo de cotización de un punto porcentual aumentaría los pagos en otros 18 mil millones de euros y aumentaría enormemente la carga financiera.

Riesgos para la economía

La situación es grave. Ostermann advierte que la continua debilidad económica no sólo pone en peligro el dinero necesario para proyectos sociales, medidas de protección climática o reparaciones de infraestructuras, sino que también acelera la desindustrialización de Alemania. El Instituto Económico Alemán lo descubrió en primavera y habla de alarmantes salidas netas de capital en la industria. Se registraron salidas netas de 94.000 millones de euros en 2023, una tendencia preocupante que se ha mantenido en años anteriores con 100.000 millones en 2021 y 125.000 millones en 2022.

Además de la situación económica, también preocupa la escasez de trabajadores cualificados. La carta de despido enfatiza que el gobierno del semáforo no hace más que empeorar la situación con el aumento de los costes laborales. Los empleados especialmente bien formados podrían marcharse, lo que agravaría aún más los problemas de personal en muchas empresas. Ostermann advirtió sobre una espiral descendente: “Quienes se queden aquí intentarán compensar sus menguantes salarios netos mediante trabajo ilegal”.

Las consecuencias son significativas. Se avecina un potencial “colapso financiero” de los sistemas de seguridad social, que podría afectar particularmente a la generación del baby boom cuando se jubile. La escasez de trabajadores cualificados amenaza con convertirse en un grave riesgo para el futuro de las medianas empresas, muchas de las cuales ya han decepcionado al gobierno.

Una mirada al futuro

Las discusiones en curso sobre el aumento de las contribuciones a la seguridad social pintan un panorama de preocupante incertidumbre en la economía alemana. Las empresas están bajo una enorme presión para adaptarse a un panorama cambiante. Queda por ver si el gobierno podrá abordar las preocupaciones de las empresas y encontrar una solución que garantice tanto la cohesión social como la estabilidad económica. Un replanteamiento es más que necesario si Alemania quiere mantener su competitividad en un contexto global y asegurar el futuro de su economía interna.

En Alemania, la cuestión de los sistemas de seguridad social tiene una importancia considerable. Los sistemas de seguridad social de la República Federal (incluidos los seguros de pensiones, de salud, de asistencia sanitaria y de accidentes) están diseñados de tal manera que protegen a la población de los riesgos sociales. Estos sistemas se financiaron principalmente mediante contribuciones de empleados y empleadores. Sin embargo, el continuo aumento de las contribuciones a la seguridad social plantea dudas sobre la sostenibilidad de estos modelos, especialmente teniendo en cuenta los cambios demográficos que afectan a Alemania.

Un problema central es el cambio demográfico: la población alemana está envejeciendo y el número de personas en edad de trabajar se está reduciendo. Según las previsiones de la Oficina Federal de Estadística, se espera que la proporción de personas mayores de 67 años pueda aumentar hasta alrededor del 24% en 2035. Esta evolución genera una mayor presión sobre los sistemas sociales, ya que menos personas empleadas cotizan al seguro de pensiones y aumenta el número de beneficiarios de pensiones. Para las empresas, especialmente las medianas, resulta cada vez más difícil atraer y retener a especialistas jóvenes y altamente cualificados.

Consecuencias para el panorama empresarial

Las preocupaciones de los propietarios de empresas familiares también se reflejan en indicadores económicos más amplios. En la encuesta del Instituto de Investigación de las PYME (IfM), el 52% de las empresas encuestadas afirmaron que en los próximos años tendrían serias dudas sobre su existencia debido al aumento de las cotizaciones a la seguridad social. Para contrarrestar los desafíos, muchas empresas ya han tomado medidas como revisar estrategias de reducción de costos u optimizar los procesos de trabajo.

El impacto concreto en el panorama empresarial también se refleja en las decisiones de inversión. Un estudio del ZEW (Centro Leibniz para la Investigación Económica Europea) mostró que más del 40% de las empresas en Alemania han reducido sus inversiones debido a las condiciones inciertas en cuanto a las contribuciones a la seguridad social. Esta incertidumbre no sólo afecta a los nuevos proyectos, sino también a las empresas existentes, que deciden invertir menos en innovaciones o personal por miedo a mayores cargas.

Cambios en las estructuras de cotización

Una posible respuesta política a este desarrollo podría ser reformar los sistemas de cotización. En los últimos años ha habido varios debates sobre la estructura de las cotizaciones a la seguridad social y su distribución entre empleados y empleadores. Algunos expertos sugieren introducir un mayor apoyo a las pensiones privadas como complemento a las pensiones legales para aliviar la creciente presión sobre los fondos de seguridad social. Ya existen varias iniciativas diseñadas para animar a los ciudadanos a ahorrar más para su jubilación.

También se está examinando en qué medida un sistema de evaluación de cotizaciones más flexible podría ayudar a dar cabida a los empleadores. Esto podría proporcionar un alivio importante, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, no sólo para asegurar el empleo existente sino también para crear nuevos puestos de trabajo.