¿Quién advierte sobre Orvo a medida que aumentan los brotes y los riesgos para la salud?
Mientras los brotes del virus Oropouche arrasan Brasil, Cuba y más allá, una importante empresa advierte que esta enfermedad tropical pasada por alto podría ser la próxima emergencia sanitaria mundial. Estudio: Evaluación de riesgos del virus Oropouche y sus nuevas cepas. Crédito de la imagen: CI -Photos/Shutterstock.com Investigadores de la Organización Mundial de la Salud revisaron la información actual sobre el virus Oropouche (OOV), sus brotes recientes y sus posibles impactos en la salud global en un informe de evaluación de riesgos. Antecedentes La fiebre de Oropouche es una infección viral tropical causada por el orrov transmitido por artrópodos (arbovirus). Descubierto por primera vez en Trinidad en 1955, el virus generalmente infecta a perezosos, primates no humanos y aves, pero puede transmitirse a los humanos a través de las picaduras de mosquitos infectados y posiblemente de mosquitos...
¿Quién advierte sobre Orvo a medida que aumentan los brotes y los riesgos para la salud?
Mientras los brotes del virus Oropouche arrasan Brasil, Cuba y más allá, una importante empresa advierte que esta enfermedad tropical pasada por alto podría ser la próxima emergencia sanitaria mundial.
Estudio: Evaluación de riesgos del virus Oropouche y sus nuevas cepas. Crédito de la foto: CI Photos/Shutterstock.com
Investigadores de la Organización Mundial de la Salud revisaron la información actual sobre el virus Oropouche (OOV), sus brotes recientes y sus posibles impactos en la salud global en unInforme de evaluación de riesgos.
fondo
La fiebre de Oropouche es una infección viral tropical causada por el orrov transmitido por artrópodos (arbovirus). Descubierto por primera vez en Trinidad en 1955, el virus generalmente infecta a perezosos, primates no humanos y aves, pero puede transmitirse a los humanos a través de la picadura de mosquitos infectados y posiblemente de mosquitos.
Orov prospera en regiones tropicales húmedas e históricamente ha estado restringido a la cuenca del Amazonas, con más de 30 brotes epidémicos documentados en América del Sur y el Caribe entre 1960 y 2009. Desafortunadamente, la reciente huella global de Orov no tiene precedentes, especialmente desde diciembre de 2023.
En 2024, hubo un aumento significativo en la prevalencia de la fiebre de Oropouche, con más de 10.000 infecciones clínicamente confirmadas. La enfermedad provocó brotes localizados en los 24 estados brasileños, se extendió a Cuba y Colombia e incluso fue diagnosticada en viajeros europeos internacionales, lo que generó temores de una pandemia global.
Si bien los síntomas de la enfermedad, como fiebre, dolor de cabeza, náuseas, mareos y, rara vez, fotofobia y erupciones cutáneas son leves y de corta duración (de 2 a 7 días), los brotes recientes han mostrado manifestaciones neurológicas. Según los últimos datos, la preocupación por las complicaciones congénitas está cada vez más relacionada con cinco muertes de adultos.
Esto ha generado preocupación sobre la transmisión vertical y sexual entre personas, aunque hasta la fecha sólo se ha sospechado de transmisión vertical (de madre a hijo) en unos pocos casos, y la transmisión sexual sigue siendo un riesgo teórico. No se ha confirmado ninguna transmisión directa de persona a persona a través de estas rutas.
Es importante destacar que no existe una vacuna específica de Orov ni opciones de tratamiento dirigidas.
Sobre el informe
Para abordar la amenaza mundial para la salud pública de Orov y sus variantes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) trabajó con el Grupo Asesor Técnico sobre Evolución del Virus (Tag-EVE) para convocar un panel multidisciplinario de expertos para revisar la literatura actual sobre la enfermedad y recomendar estrategias de preparación global.
La evaluación de riesgos resultante recopila y proporciona datos confiables sobre la epidemiología, virología, dinámica de remodelación, presentaciones clínicas y rutas de transmisión de OROV. También incluye la vigilancia reciente del brote en las Américas y el Caribe, centrándose en las principales regiones actuales de la enfermedad: Brasil, Perú, Cuba y Colombia.
Para crear una imagen completa del virus, los investigadores combinaron un enfoque multidisciplinario, que incluyó resultados de laboratorio, análisis genómicos y estudios de campo sobre qué tan bien los vectores transmiten Orov. Se centraron en los dos linajes principales que circulan actualmente: BR-2015-2024, que se encuentra principalmente en Brasil y Cuba, y PE/CO/EC-2008-2021, que se encuentra principalmente en Perú y Ecuador. También se analizaron datos globales para comprender el potencial de los mosquitos y jejenes para propagar el virus en diferentes regiones.
Finalmente, el informe evalúa las infecciones por transmisión por transfusión, la evidencia inmune de las variaciones del segmento M y los posibles resultados neurológicos y congénitos. Proporciona recomendaciones escalonadas basadas en evaluaciones de riesgos para la planificación de la salud pública y la coordinación de la respuesta internacional.
Hallazgos clave
El informe confirma que Orov se ha extendido más que nunca desde 2023. Se están produciendo brotes importantes en los 24 estados de Brasil, así como en Cuba, Colombia y Perú. La secuenciación genética ha identificado dos linajes virales principales, BR-2015-2024 y PE/CO/EC-2008-2021, que actualmente circulan en estas regiones, lo que indica que el virus se está propagando y evolucionando a partir de múltiples fuentes.
La línea brasileña BR-2015-2024 es de particular importancia porque los ensayos piloto de neutralización de anticuerpos indican una capacidad de neutralización reducida para esta reciente variedad, lo que genera preocupación sobre la evidencia inmune. Estudios vectoriales confirmadosCulicoides paraensiscomo el principal vector de transmisión humana, pero indicar el otroculicoidesEspecies (p. ej., p. ej.C. sonorensis) y algunos mosquitos (p. ej., p. ej.Culex quinquefasciatus) han sido investigados como vectores potenciales en regiones urbanas y no amazónicas; Sin embargo, la evidencia actual sugiere que su eficiencia de transmisión es baja y su papel aún no está completamente establecido.
El informe valida las comorbilidades neurológicas de las infecciones de Orov, citando 119 casos cubanos que demuestran el síndrome de Guillain-Barré (SGB), meningitis y encefalitis. Estas complicaciones se observaron en un grupo más grande de pacientes y se observaron junto con informes de comorbilidades congénitas. Sin embargo, el informe enfatiza que aún se está investigando una relación causal directa entre OROV y defectos de nacimiento o resultados fetales. Se ha detectado ARN de OROV en varias placentas y tejidos cerebrales fetales de bebés con microcefalia y malformaciones.
Si bien la mortalidad general de la fiebre de Oropouche es baja (tasa de casos fijos [CFR] = ~0,02%), su alta tasa potencial de transmisión respaldada por viajes y sus posibles efectos neurológicos y congénitos destacan a Orov como una causa de preocupación mundial. Esta es una preocupación creciente debido a la falta de vacunación viral u opciones de tratamiento, con énfasis en mejorar la vigilancia, la protección personal contra las picaduras de vectores y el control de vectores para prevenir un posible brote global.
Conclusiones y recomendaciones
Esta evaluación de riesgos de la OMS concluye que OROV representa un riesgo creciente para la salud pública mundial y cita investigaciones científicas sobre su rápida expansión, diversidad de vectores y potencial de recuperación. Si bien la mayoría de las infecciones por OROV son leves y autolimitadas, la creciente evidencia de complicaciones neurológicas y congénitas aumenta la preocupación epidemiológica.
Sin embargo, el informe señala que se necesitan más investigaciones para determinar la verdadera incidencia y causalidad de estas complicaciones.
El informe destaca los obstáculos actuales en el tratamiento y la vigilancia y enfatiza la necesidad de mejorar los diagnósticos, la investigación de virus y el seguimiento de casos. Recomienda que la preparación internacional específica, particularmente en las regiones tropicales de alto riesgo, es fundamental para monitorear y contener futuros brotes y mitigar su impacto global.
Actualmente, las estrategias de vigilancia se basan en muestras de pacientes con enfermedades similares al dengue, pero se necesitan con urgencia mejores definiciones de casos y capacidad de diagnóstico.
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Fuentes: