Tratamiento de la artritis: nuevos enfoques para tratar la artritis gotosa
La gota es una causa común de artritis y afecta a más de 8 millones de estadounidenses. Aunque los hombres se ven afectados más que las mujeres, la incidencia de la enfermedad parece aumentar en las mujeres posmenopáusicas. La incidencia general parece estar aumentando como resultado de la epidemia de obesidad, hipertensión, diabetes y niveles elevados de lípidos, todos los cuales están asociados con la gota. La gota es causada en el 90 por ciento de los casos por la incapacidad de los riñones para eliminar el urato. El otro 10 por ciento experimenta una sobreproducción de urato. Los animales, excepto los humanos, no contraen gota porque tienen una enzima llamada uricasa que descompone el urato...

Tratamiento de la artritis: nuevos enfoques para tratar la artritis gotosa
La gota es una causa común de artritis y afecta a más de 8 millones de estadounidenses. Aunque los hombres se ven afectados más que las mujeres, la incidencia de la enfermedad parece aumentar en las mujeres posmenopáusicas. La incidencia general parece estar aumentando como resultado de la epidemia de obesidad, hipertensión, diabetes y niveles elevados de lípidos, todos los cuales están asociados con la gota.
La gota es causada en el 90 por ciento de los casos por la incapacidad de los riñones para eliminar el urato. El otro 10 por ciento experimenta una sobreproducción de urato.
Los animales distintos de los humanos no padecen gota porque tienen una enzima llamada uricasa, que descompone el urato y permite que el animal lo excrete. Los humanos, por el contrario, carecemos de esta enzima y, por tanto, no podemos excretar adecuadamente el urato (ácido úrico). Esto conduce a la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones y otros sistemas de órganos.
La gota suele ocurrir en tres etapas. La primera etapa es la llamada "hiperuricemia asintomática". La hiperuricemia asintomática se caracteriza por un aumento del nivel de ácido úrico en sangre sin ataques de gota. Sin embargo, cuanto mayor sea el nivel de ácido úrico en sangre, mayor será la probabilidad de un posible ataque.
La segunda fase o etapa se llama “gota aguda intermitente”. Durante esta etapa, los pacientes tienen ataques de gota, pero una vez que el ataque termina, están relativamente libres de síntomas. En este caso existe el riesgo de que la inflamación crónica persista a pesar de la ausencia de síntomas.
La tercera etapa se llama "gota crónica". Durante esta fase, los pacientes experimentan dolor crónico debido a repetidos ataques de gota con una carga cada vez mayor de acumulación de urato en las articulaciones, los riñones y otros sistemas de órganos. Los pacientes desarrollan "tofos", que son depósitos de células inflamatorias, cristales de urato y fibrina. Se produce una destrucción gradual de las articulaciones con el desarrollo de una deformidad debilitante.
El tratamiento de la artritis gotosa consiste en un enfoque doble: alivio del ataque agudo acompañado de intentos de reducir la exposición a uratos.
Los ataques agudos se pueden tratar con colchicina, antiinflamatorios no esteroides y esteroides. Este último se puede administrar por vía oral o directamente en la articulación afectada.
Se deben utilizar medicamentos que reducen los niveles de urato para el tratamiento crónico de la gota. Si se inician estos medicamentos, deben ir acompañados de profilaxis de la gota en forma de dosis diarias de colchicina o antiinflamatorios no esteroideos durante al menos seis meses. La razón es la siguiente: dado que el urato se desplaza como resultado de la acción de fármacos que reducen el ácido úrico, existe una predisposición a sufrir ataques agudos.
Los medicamentos para reducir el urato consisten en medicamentos que hacen que los pacientes orinen su ácido úrico (probenecid), medicamentos que suprimen la producción de ácido úrico (alopurinol, febuxostat [Uloric]) y medicamentos uricolíticos. Un ejemplo de esto último es la pegloticasa (Krystexxa), que convierte el ácido úrico en alantoína, un componente inerte que luego se excreta.
Asesorar al paciente sobre su estilo de vida y su dieta también juega un papel en el tratamiento integral de la gota.
Inspirado por Nathan Wei