El vino tinto reduce los niveles de colesterol malo pero no mejora la salud general del corazón

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Un metaanálisis completo muestra que, si bien el vino tinto puede reducir los niveles de colesterol LDL, sus beneficios para la salud siguen siendo inciertos, y si todavía nos hemos excedido en la moderación y el estilo de vida. Durante mucho tiempo se ha considerado que el vino tinto tiene un impacto positivo en la salud cardiovascular. Dado que las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en todo el mundo, los investigadores exploran continuamente formas de gestionar los riesgos cardiovasculares. Una revisión sistemática y un metanálisis recientes publicados en The Journal of Nutrition, Health and Aging examinaron la influencia del consumo de vino en los niveles de colesterol y lípidos y encontraron resultados mixtos pero intrigantes. Nutrición y corazón...

El vino tinto reduce los niveles de colesterol malo pero no mejora la salud general del corazón

Un metaanálisis completo muestra que, si bien el vino tinto puede reducir los niveles de colesterol LDL, sus beneficios para la salud siguen siendo inciertos, y si todavía nos hemos excedido en la moderación y el estilo de vida.

Durante mucho tiempo se ha considerado que el vino tinto tiene un impacto positivo en la salud cardiovascular. Dado que las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en todo el mundo, los investigadores exploran continuamente formas de gestionar los riesgos cardiovasculares. Una revisión sistemática y un metanálisis recientes publicados enLa Revista de Nutrición, Salud y Envejecimientoexaminó la influencia del consumo de vino en los niveles de colesterol y lípidos y encontró resultados mixtos pero intrigantes.

Nutrición y salud cardiovascular.

La revisión incluyó tanto vino tinto como blanco, pero sólo el vino tinto mostró un impacto en el LDL; el vino blanco no tuvo un impacto significativo en ninguna medida de lípidos.

Las enfermedades cardiovasculares son un problema de salud global en todo el mundo, y un perfil lipídico poco saludable que consiste en niveles altos de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y triglicéridos, así como niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad (HDL), es un factor de riesgo importante. Si bien los medicamentos para reducir el colesterol, como las estatinas, son eficaces, tienen efectos secundarios, lo que lleva a los investigadores a explorar estrategias alternativas.

La dieta juega un papel crucial en la salud del corazón. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y aceite de oliva e incluye un consumo moderado de vino, suele asociarse con beneficios cardiovasculares. El vino tinto, en particular, mejora los niveles de colesterol debido a sus polifenoles y antioxidantes, que pueden reducir la oxidación del LDL y mejorar los niveles de HDL.

Sin embargo, el consumo de alcohol es un arma de doble filo: su consumo excesivo conlleva mayores riesgos para la salud. Si bien algunos estudios sugieren que el consumo moderado de vino puede tener un impacto positivo en los perfiles de lípidos, la evidencia sigue siendo inconsistente.

El estudio actual

Para comprender mejor los efectos del vino en los perfiles de lípidos, los investigadores realizaron una revisión sistemática y un metanálisis de ensayos clínicos y estudios previos y posteriores. Incluyeron un total de 33 estudios en la revisión sistemática y 29 en el metanálisis. Los estudios involucraron a participantes mayores de 18 años e incluyeron una variedad de poblaciones en diferentes países.

Algunos estudios utilizaron jugo de uva como control, lo que permitió a los investigadores aislar los efectos del alcohol de otros compuestos del vino, como los polifenoles.

Los investigadores buscaron en las principales bases de datos científicas para compilar una lista de estudios que examinaron específicamente el consumo de vino y sus efectos sobre los niveles de colesterol, triglicéridos, LDL, HDL y fibrinógeno. Los estudios incluyeron diseños pre-post, en los que se midieron los perfiles lipídicos de los participantes antes y después del consumo de vino, y ensayos clínicos controlados que comparaban a bebedores de vino con no bebedores.

La revisión evaluó la calidad y confiabilidad de los estudios utilizando herramientas estandarizadas. También realizaron análisis estadísticos para determinar la coherencia de los hallazgos entre los estudios, teniendo en cuenta las variaciones en el tipo de vino (tinto versus blanco), los niveles de consumo y la duración de la intervención.

Este enfoque les permitió evaluar los efectos a corto y largo plazo del consumo de vino sobre los parámetros lipídicos. Es importante destacar que también evaluaron la influencia de factores clave como la edad, el sexo y la duración de los estudios para determinar si estas variables influyeron en los resultados.

Al sintetizar datos de múltiples estudios, los investigadores intentaron proporcionar una imagen más clara de si el consumo moderado de vino podría ser beneficioso para la salud cardiovascular y, de ser así, qué marcadores lipídicos mostraron los cambios más significativos.

Ideas clave

El estudio encontró que el consumo moderado de vino tinto tuvo un impacto mensurable en los niveles de colesterol LDL, mostrando una reducción pequeña pero estadísticamente significativa. Esto sugirió que el vino tinto puede ayudar a reducir los niveles de LDL, considerado colesterol malo, reduciendo potencialmente el riesgo de enfermedad cardíaca. Sin embargo, este efecto significativo sólo se observó en estudios previos y posteriores y no en ensayos clínicos aleatorios.

Los resultados de colesterol total, triglicéridos y HDL no fueron concluyentes. Si bien algunos estudios individuales mostraron mejoras, el análisis general no encontró evidencia consistente de un beneficio significativo. Tampoco hubo ningún efecto significativo sobre los niveles de fibrinógeno. Curiosamente, el estudio encontró que la duración del consumo de vino afectó los resultados, y las intervenciones más largas mostraron más efectos sobre los niveles de triglicéridos y colesterol en comparación con estudios más cortos.

Los niveles de fibrinógeno, otro marcador de riesgo cardíaco, se mantuvieron sin cambios, lo que indica que los efectos potenciales del vino no se extienden a todos los componentes sanguíneos asociados con el riesgo cardiovascular.

Además, se descubrió que el vino blanco no produce cambios estadísticamente significativos en los perfiles de lípidos. A diferencia del vino tinto, que contiene niveles más altos de polifenoles y antioxidantes, el vino blanco pareció tener un impacto insignificante sobre los niveles de colesterol y triglicéridos.

Los investigadores también observaron que, si bien el consumo moderado de vino mostró algunos beneficios, el consumo excesivo podría tener el efecto contrario, provocando un aumento de los niveles de triglicéridos y otros riesgos para la salud. Hicieron hincapié en que el alcohol no debe verse como el método principal para mejorar la salud del corazón y que los factores del estilo de vida, como una dieta equilibrada y el ejercicio regular, siguen siendo estrategias más eficaces.

El estudio también reconoció varias limitaciones, incluida la variabilidad en los diseños de los estudios, las diferencias en los niveles de consumo de vino y el posible sesgo en algunos ensayos. Se encontró que más de la mitad de los ensayos clínicos y los estudios previos y posteriores tenían un riesgo de sesgo de moderado a alto, particularmente en la aleatorización y la medición de resultados. Además, los autores no pudieron establecer una relación dosis-respuesta clara ni determinar el tipo de vino más eficaz. A pesar de estas limitaciones, los resultados sugieren que el consumo moderado de vino tinto puede desempeñar un papel modesto en el apoyo a la salud cardiovascular, particularmente en la reducción de los niveles de colesterol LDL.

Conclusiones

En general, los resultados de esta revisión sugieren que el consumo moderado de vino tinto puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL, aunque sus efectos sobre otros parámetros lipídicos aún no están claros. Si bien el vino puede tener algunos beneficios para la salud del corazón, no debe reemplazar métodos probados como la alimentación saludable y el ejercicio.

Los autores enfatizan que no se ha establecido universalmente un umbral seguro para el consumo de alcohol y que el vino debe consumirse con precaución, particularmente en poblaciones vulnerables, como aquellas con afecciones médicas o quienes toman múltiples medicamentos. Además, se necesita más investigación para comprender completamente los efectos del consumo de vino en la salud del corazón. Sin embargo, como siempre, la moderación es clave y los investigadores advierten que el consumo excesivo de alcohol hace más daño que bien.


Fuentes:

Journal reference:
  • Lucerón-Lucas-Torres, M., Ruiz-Grao, M. C., Iván Cavero-Redondo, Lorenzo, C. di, Pascual-Morena, C., Priego-Jiménez, S., Gómez-Guijarro, D., & Álvarez-Bueno, C. (2025). The effects of wine consumption and lipid profile: A systematic review and meta-analysis of clinical trials. The Journal of Nutrition, Health and Aging, 29, 6. DOI:10.1016/j.jnha.2025.100539 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1279770725000636