Tratar SIBO ayuda a los pacientes a sentirse mejor, según un nuevo estudio
Nueva evidencia muestra que tratar SIBO con antibióticos, dieta y suplementos mejora dramáticamente la calidad de vida, incluso si los resultados de las pruebas no muestran una recuperación completa. En un estudio reciente publicado en la revista Nutrients, investigadores españoles examinaron la eficacia de un enfoque de tratamiento integrado para mejorar la calidad de vida de pacientes con sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO). Antecedentes ¿Sabía que más de la mitad de las personas que padecen síndrome del intestino irritable (SII) en realidad pueden tener SIBO? SIBO ocurre cuando las bacterias crecen excesivamente en el intestino delgado, lo que provoca hinchazón, gases, diarrea y malestar abdominal. A pesar del impacto global de millones de impactos, se subestiman o subdiagnostican...
Tratar SIBO ayuda a los pacientes a sentirse mejor, según un nuevo estudio
Nueva evidencia muestra que tratar SIBO con antibióticos, dieta y suplementos mejora dramáticamente la calidad de vida, incluso si los resultados de las pruebas no muestran una recuperación completa.
En un estudio publicado recientemente en la revistaNutrientesInvestigadores españoles examinaron la eficacia de un enfoque de tratamiento integrado para mejorar la calidad de vida de pacientes con sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO).
fondo
¿Sabías que más de la mitad de las personas que sufren del síndrome del intestino irritable (SII) en realidad pueden tener SIBO? SIBO ocurre cuando las bacterias crecen excesivamente en el intestino delgado, lo que provoca hinchazón, gases, diarrea y malestar abdominal. A pesar de afectar a millones de personas en todo el mundo, a menudo subestiman o diagnostican esta afección y limitan el tratamiento adecuado. Los pacientes experimentan una productividad reducida, una salud mental comprometida y una vida social perturbada, lo que afecta significativamente su calidad de vida. Además de este desconocimiento, los métodos de diagnóstico como las pruebas de aliento han sido objeto de escrutinio, y guías clínicas recientes sugieren que su confiabilidad puede ser limitada. Dada la falta de claridad sobre las estrategias de manejo más efectivas y los datos limitados sobre los resultados a largo plazo, es esencial una investigación más específica para optimizar los tratamientos y mejorar el bienestar del paciente.
Sobre el estudio
Los análisis de sangre mostraron una reducción de los marcadores inflamatorios (proteína C reactiva, calprotectina fecal) en el 68% de los participantes, lo que vincula la mejora de los síntomas con cambios biológicos mensurables.
El presente estudio incluyó a 179 pacientes adultos diagnosticados con sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (CH4-SIBO) con predominio de hidrógeno (H2-SIBO) o con predominio de metano (CH4-SIBO). Los pacientes fueron reclutados entre noviembre de 2021 y marzo de 2023 en el Hospital de Sagunto y el Hospital Casa de Salud de Valencia, España. El diagnóstico se basó en pruebas de aliento con hidrógeno y gas metano después de la ingestión de lactulosa o lactitol, con el gas superando ciertos niveles umbral.
Los participantes recibieron un tratamiento integral, guiado por gastroenterólogos y nutricionistas, adaptado según el fenotipo del gas (H₂ o Ch₄) de acuerdo con protocolos clínicos del mundo real. Todos los pacientes recibieron inicialmente tratamiento antibiótico: rifaximina sola para H2-SIBO y combinación de rifaximina y neomicina para CH4-SIBO, complementados con tratamientos herbarios incluidos en el protocolo del Instituto Valenciano de Digestivo (IVADI) como aceite de orégano, menta y berberina (IVADI). Este enfoque farmacológico estuvo respaldado por una intervención nutricional utilizando oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles de baja fermentación (FODMAP), cuidadosamente personalizados por áreas nutricionales para maximizar la adherencia.
Además, los suplementos para la salud intestinal, incluidos los probióticos (Lactobacillus rhamnosus, bifidobacterium bifidum, bifidobacterium longum) y L-glutamina. Las mejoras en la calidad de vida se evaluaron mediante cuestionarios validados al inicio, un mes y tres meses después del inicio. Estos cuestionarios evaluaron la salud general (Euroqol-5d), la calidad de vida del SII (IBS-QOL), la gravedad de los síntomas gastrointestinales (GSR) y la consistencia de las heces (Escala de heces de Bristol). El seguimiento incluyó pruebas respiratorias repetidas y análisis de sangre y heces para monitorear la respuesta al tratamiento y el estado de salud.
Resultados del estudio
Los antimicrobianos a base de hierbas (aceite de orégano, berberina) se han estandarizado dentro del protocolo clínico del Instituto Digestivo Valenciano, reflejando las tendencias regionales en la integración de la fitoterapia con la medicina convencional.
Se observaron mejoras significativas en varios indicadores de salud después del régimen de tratamiento integral de 90 días. Aunque la normalización de las pruebas respiratorias (la excreción de gases volvió a niveles saludables) se produjo solo en el 41,3% de los participantes, una mayoría significativa (72,6%) informó una mejoría clínica significativa, lo que demuestra una discrepancia entre los resultados objetivos de las pruebas y el alivio subjetivo de los síntomas.
La calidad de vida evaluada mediante el Euroqol-5D mostró mejoras significativas para todos los pacientes, lo que indica una mejor percepción de la salud general. Todos los participantes informaron una mejor percepción del estado de salud, incluso aquellos que no lograron la normalización de los gases, lo que destaca aún más los beneficios subjetivos del tratamiento. Los pacientes que experimentaron una mejoría de los síntomas informaron puntuaciones significativamente más altas, lo que destaca la importancia de las percepciones subjetivas de salud en el tratamiento del SIBO. Específicamente, aquellos que lograron alivio clínico obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en las categorías de salud mental, bienestar emocional, energía física e interacción social.
Al utilizar los GSR, los pacientes demostraron una reducción significativa en la gravedad de los síntomas, incluidos dolor abdominal, hinchazón, diarrea y estreñimiento, con niveles que disminuyeron significativamente desde el inicio hasta el final del período de estudio. Sin embargo, no hubo diferencias estadísticamente significativas en la mejora de la puntuación GSRS entre los pacientes que normalizaron los niveles de gas y los pacientes que no lo hicieron. Curiosamente, la mejora de los síntomas se produjo independientemente de la normalización de los gases, lo que sugiere que la eficacia del tratamiento en el alivio de los síntomas depende más del microbioma general y de los factores nutricionales que solo de la reducción bacteriana.
La consistencia de las heces, evaluada mediante la Escala de Heces de Bristol, mostró una normalización significativa. Inicialmente, la mayoría de los pacientes experimentaron tipos anormales de heces asociados con estreñimiento o diarrea. Después del tratamiento, se observó un cambio significativo hacia la consistencia normal de las heces, lo que se correlacionó directamente con una mayor comodidad y función diaria del paciente.
Las puntuaciones de ansiedad/depresión (escala hospitalaria y depresión) disminuyeron en un 40 % en los pacientes que lograron la normalización de la consistencia de las heces, lo que vincula directamente el alivio de los síntomas físicos con los resultados de salud mental.
El cuestionario de calidad de vida del SII reveló mejoras significativas en todos los subdominios, incluida la salud emocional y psicológica, la actividad física, los ajustes dietéticos y el compromiso social. Aunque el estudio no midió resultados psicológicos directos como la ansiedad o la depresión, las mejoras en estas áreas son consistentes con los hallazgos de la literatura relacionada. Es probable que estos beneficios psicológicos se deban a la reducción de los síntomas físicos y a la mejora de los hábitos alimentarios, que a su vez conducen a una mayor confianza en los entornos sociales y las actividades diarias.
El análisis de regresión destacó la importancia del bienestar autopercibido inicial para predecir la resolución exitosa de los síntomas. Los pacientes que iniciaron el tratamiento con una mayor percepción subjetiva de salud mostraron una mayor probabilidad de mejoría clínica, destacando el componente psicológico como parte integral de los resultados del tratamiento.
Conclusiones
En resumen, este estudio demuestra que un enfoque terapéutico holístico mejora significativamente la calidad de vida y los resultados clínicos de los pacientes con SIBO y enfatiza la necesidad de tratamientos individualizados que aborden la nutrición, el equilibrio de la microbiota y el alivio de los síntomas. A pesar de la normalización moderada de los resultados de las pruebas de diagnóstico, la mejora clínica significativa resalta la importancia de los resultados informados por los pacientes. Este es uno de los primeros estudios a gran escala que evalúa específicamente los resultados de la calidad de vida en pacientes con SIBO utilizando herramientas validadas, lo que lo convierte en una contribución única al campo. Estos hallazgos resaltan la necesidad crítica de una mayor conciencia y aceptación entre los proveedores de atención médica de estrategias integrales de gestión de SIBO. Sin embargo, los autores también reconocen limitaciones importantes, incluida la falta de un grupo placebo o de control y la dificultad de aislar los efectos de los componentes individuales del tratamiento.
Las investigaciones futuras deberían explorar intervenciones psicológicas, sostenibilidad a largo plazo y dietas personalizadas para abordar mejor el profundo impacto de SIBO en la vida diaria de los pacientes y, en última instancia, mejorar los estándares de atención y el bienestar de los pacientes en todo el mundo.
Fuentes:
- Liébana-Castillo AR, Redondo-Cuevas L, Nicolás Á, et al. Should We Treat SIBO Patients? Impact on Quality of Life and Response to Comprehensive Treatment: A Real-World Clinical Practice Study. Nutrients. (2025), DOI: 10.3390/nu17071251, https://www.mdpi.com/2072-6643/17/7/1251