La bebida probiótica kéfir es prometedora para prevenir la enfermedad de Alzheimer

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¿Podría una simple bebida probiótica ayudar a combatir el Alzheimer? Un nuevo estudio examina cómo el kéfir reduce la neuroinflamación y apoya la salud del cerebro, ofreciendo esperanza para futuras intervenciones nutricionales. En un artículo reciente publicado en la revista Brain Behavior and Immunity Integrative, los investigadores examinaron estudios en participantes humanos y modelos animales para examinar los efectos del kéfir, un alimento fermentado rico en probióticos, sobre la función cognitiva, la neurodegeneración y el estrés oxidativo. Concluyeron que el kéfir es prometedor como posible tratamiento complementario para la enfermedad de Alzheimer y ofrece beneficios neuroprotectores debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Hay …

La bebida probiótica kéfir es prometedora para prevenir la enfermedad de Alzheimer

¿Podría una simple bebida probiótica ayudar a combatir el Alzheimer? Un nuevo estudio examina cómo el kéfir reduce la neuroinflamación y apoya la salud del cerebro, ofreciendo esperanza para futuras intervenciones nutricionales.

Artículo publicado en un artículo reciente en la Revista.Comportamiento cerebral e inmunidad integrativa.Los investigadores examinaron estudios con participantes humanos y modelos animales para examinar los efectos del kéfir, un alimento fermentado rico en probióticos, sobre la función cognitiva, la neurodegeneración y el estrés oxidativo. Concluyeron que el kéfir es prometedor como posible tratamiento complementario para la enfermedad de Alzheimer y ofrece beneficios neuroprotectores debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Sin embargo, se requieren formulaciones estandarizadas y ensayos clínicos a gran escala para validar su potencial terapéutico para pacientes humanos.

Seguimiento y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer

Los posibles efectos estimulantes del cerebro del kéfir pueden extenderse más allá de la enfermedad de Alzheimer, y las investigaciones emergentes sugieren que puede regular el estado de ánimo y el estrés al afectar el eje intestino-cerebro. Algunos estudios han relacionado las dietas ricas en probióticos con la reducción de la ansiedad y los síntomas depresivos.

La enfermedad de Alzheimer es uno de los principales contribuyentes a la carga mundial de demencia y representa aproximadamente el 60% de los casos, lo que resulta en deterioro cognitivo y pérdida de memoria. Para 2050, se espera que la prevalencia aumente a 150 millones a medida que la población sigue envejeciendo. Los síntomas de esta enfermedad incluyen confusión, dificultades del habla y pérdida de memoria, que eventualmente afectan en gran medida el comportamiento y la condición, lo que lleva a la pérdida de independencia.

Actualmente no existe cura para esta afección y los tratamientos actuales se centran principalmente en controlar los síntomas. Sin embargo, los enfoques emergentes tienen como objetivo reducir la acumulación de proteínas tau y placas de beta-amiloides, que los investigadores han demostrado que facilitan la atrofia y el daño a las células cerebrales a través de la inflamación crónica asociada con la hiperactivación microglial. Además, la desregulación de la señalización de la insulina y el estrés oxidativo se han relacionado con la progresión de la enfermedad, lo que refuerza la necesidad de múltiples estrategias de tratamiento. Los avances en el diagnóstico también han permitido a los médicos detectar factores de riesgo tempranos mediante el seguimiento de biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo y la sangre, cambiando el enfoque hacia la prevención.

Cambios en el estilo de vida y riesgo de Alzheimer

Si bien algunos casos se heredan, la mayoría de los casos de Alzheimer son esporádicos y están influenciados por el envejecimiento, el estilo de vida y afecciones médicas como la obesidad, la diabetes y la presión arterial alta. Las investigaciones sugieren que el tratamiento de estos factores de riesgo podría prevenir más del 30% de los casos. La salud intestinal también influye, ya que un desequilibrio en las bacterias intestinales puede desencadenar inflamación y empeorar el deterioro cognitivo a través de vías como la cascada de señalización TLR4/MYD88/NLRP3.

Se ha identificado que los cambios en el estilo de vida, en particular la dieta, son una forma útil de reducir los factores de riesgo. Los alimentos fermentados son ricos en probióticos, que se están estudiando para mejorar la función cognitiva en personas con Alzheimer. Estos alimentos contienen compuestos beneficiosos que pueden reducir la neuroinflamación y el estrés oxidativo, ambos factores clave en la progresión de la enfermedad.

Entre los probióticos, el kéfir destaca porque, además de probióticos, contiene una composición integral de microbios y nutrientes que incluye minerales, vitaminas y proteínas. Sin embargo, la composición microbiana puede variar significativamente según los métodos de producción, lo que complica las comparaciones entre estudios. La estandarización de estas formulaciones es fundamental para garantizar la reproducibilidad en futuras aplicaciones clínicas. Investigaciones recientes sugieren que el kéfir puede favorecer la salud del cerebro al reducir el daño oxidativo y la inflamación y modular las vías de señalización de la insulina como el eje PI3K/AKT/GSK-3β/MTOR, que desempeña un papel clave en la supervivencia neuronal y la plasticidad sináptica. En esta revisión, los investigadores identificaron y evaluaron sistemáticamente estudios sobre los efectos del kéfir en la enfermedad de Alzheimer.

Esta figura demuestra el papel de la disbiosis intestinal en la neuroinflamación y la fisiopatología de la enfermedad de Alzheimer. La microbiota intestinal disbiótica activa las vías inflamatorias, lo que conduce a un aumento del estrés oxidativo. Esto a su vez desencadena la activación de la microglía en el sistema nervioso central. Luego, la microglía activa estimula los astrocitos, lo que provoca la alteración de la barrera hematoencefálica (BHE), lo que avanza aún más la activación microglial en un círculo vicioso. Tanto el compromiso de la BHE como la activación microglial contribuyen a la formación y depósito de placas de beta-amiloide y ovillos neurofibrilares mediante la hiperfosforilación de la proteína tau, que promueven la apoptosis neuronal, la disfunción sináptica y la progresión de la enfermedad.

Evidencia limitada de estudios en humanos

Los investigadores identificaron siete estudios relevantes de cinco bases de datos médicas, de las cuales sólo una incluía participantes humanos. En este estudio, 13 pacientes con enfermedad de Alzheimer recibieron suplementos de kéfir; El análisis encontró que su estrés oxidativo y sus marcadores inflamatorios disminuyeron mientras que sus habilidades motoras, función cognitiva y memoria mejoraron. Específicamente, los pacientes mostraron una mejora del 28 % en las puntuaciones del Mini Examen del Estado Mental (MMSE) y aproximadamente del 66 % y 62 % en las pruebas de memoria inmediata y tardía, respectivamente. Sin embargo, otro estudio citado en la revisión (Agahi et al., 2018) no encontró beneficios cognitivos en pacientes con Alzheimer grave, lo que destaca la necesidad de realizar más investigaciones sobre la dosis, la composición microbiana y los efectos específicos de la etapa de la suplementación con kéfir.

Galt = tejido linfoide asociado al intestino. La figura muestra el papel central de la microbiota intestinal en la salud humana a través de funciones interconectadas. Regula el sistema inmunológico promoviendo la tolerancia a estímulos no patógenos y compitiendo con los patógenos. La microbiota influye en el eje intestino-cerebro a través de la comunicación nerviosa bidireccional y el transporte por el torrente sanguíneo de metabolitos, toxinas y fragmentos bacterianos que influyen en la función cerebral y la inflamación. Apoya el metabolismo al producir ácidos grasos de cadena corta, convertir los ácidos biliares y sintetizar enzimas digestivas al tiempo que contribuye a la producción de vitaminas. Una microbiota saludable mantiene la barrera intestinal que evita que subproductos bacterianos dañinos se transloquen al torrente sanguíneo y protege la salud sistémica y neurológica (LeBlanc et al., 2013).

Lecciones de los modelos de roedores y moscas

A diferencia de muchos productos lácteos, el kéfir contiene niveles significativamente reducidos de lactosa, lo que lo hace más digerible para las personas con intolerancia a los lactos. Algunos estudios sugieren que el kéfir puede ayudar a mejorar la digestión de la lactosa con el tiempo al aumentar la presencia de bacterias intestinales beneficiosas.

De los estudios restantes, cuatro incluyeron participantes roedores, a saber, ratones, ratas albinas y ratas Wistar. Estos estudios se centraron en el cambio del tejido cerebral, la neuroinflamación y la función cognitiva. Un artículo de investigación encontró que el kéfir modificó el microbioma intestinal, reduciendo la inflamación cerebral mediante la modulación de la vía TLR4 y mejorando la función cognitiva. Además, la suplementación con kéfir se asoció con una reducción de la acumulación de beta-amiloide, la preservación de las neuronas del hipocampo y una mejor capacidad de aprendizaje en modelos de roedores.

Otro estudio demostró que combinar la terapia con células madre con kéfir protege eficazmente contra el estrés oxidativo y la neuroinflamación. Los roedores tratados con pioglitazona, un fármaco antidiabético, y kéfir mostraron una reducción del daño neuronal y la disminución de la memoria, mientras que la simvastatina (un fármaco hipolipemiante) y el kéfir juntos redujeron la neuroinflamación y el estrés oxidativo.

Dos estudios examinaron los efectos del kéfir sobre la acumulación de amiloide y la neurodegeneración utilizando modelos de moscas. Uno encontró que el kéfir aumentaba la función motora y la actividad antioxidante al tiempo que reducía la acumulación de amiloide, mientras que el otro mostró que el kéfir reducía el daño cerebral al tiempo que mejoraba las habilidades motoras y la supervivencia. Además, los análisis bioquímicos confirmaron reducciones en los marcadores de estrés oxidativo y mejoras en la supervivencia neuronal en estos modelos.

Conclusiones

Si bien el manejo de los síntomas es el enfoque principal en el tratamiento actual del Alzheimer, los medicamentos de uso común no detienen la progresión de la enfermedad a pesar de mejorar los resultados cognitivos. Los enfoques dietéticos se consideran cada vez más como un riesgo de desarrollar la enfermedad, con el kéfir en el punto de mira debido a su riqueza en compuestos bioactivos.

Es necesario integrar intervenciones nutricionales y de estilo de vida con tratamientos farmacológicos, especialmente porque la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad compleja influenciada por múltiples factores. Si bien el kéfir se muestra prometedor en modelos animales y en un único estudio con participantes humanos, sus efectos pueden depender de la composición y la dosis de la cepa microbiana. Son necesarios ensayos clínicos y estudios longitudinales para evaluar los efectos a largo plazo de este y otros probióticos, generando así evidencia de sus interacciones con otras intervenciones para prevenir el deterioro cognitivo.

También se requiere una comprensión integral de su eficacia y seguridad, incluidas las dosis óptimas y las formulaciones estandarizadas, para medir su utilidad en contextos terapéuticos y clínicos. Además, los investigadores enfatizan que el potencial terapéutico del kéfir está influenciado por variaciones en el contenido microbiano y las condiciones de fermentación, lo que requiere mayores esfuerzos de estandarización antes de su implementación clínica. Si bien no se dispone de una cura para la enfermedad de Alzheimer, las investigaciones emergentes ofrecen estrategias prometedoras para mejorar la detección, el seguimiento, la prevención y el tratamiento.


Fuentes:

Journal reference:
  • Tanure, Y. C. B., Mafra, A. C. M., Guimarães, B. L. M., Magalhães, R. C., Fagundez, C., Nascimento, I. J. B. D., & Brito, J. C. M. (2025). Potential Benefits of Kefir and its Compounds on Alzheimer’s Disease: A Systematic Review. Brain Behavior and Immunity Integrative, 100115. DOI: 10.1016/j.bbii.2025.100115,  https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2949834125000133