Amamantar durante seis meses puede estimular las bacterias intestinales beneficiosas, que están relacionadas con una presión arterial más baja en la infancia
Amamantar durante al menos seis meses puede estimular las bacterias intestinales beneficiosas que están relacionadas con una mejor salud del corazón años después. Un estudio observacional respaldado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) encontró que los bebés con bacterias más diversas en el intestino tenían una presión arterial infantil más baja, y esta asociación protectora era más fuerte si eran amamantados durante al menos seis meses. Los resultados fueron publicados en la Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón. Para la investigación, los investigadores examinaron datos de 526 niños inscritos en un estudio prospectivo en Dinamarca. Buscaron conexiones entre las bacterias intestinales que pueden verse influenciadas por la dieta y...
Amamantar durante seis meses puede estimular las bacterias intestinales beneficiosas, que están relacionadas con una presión arterial más baja en la infancia
Amamantar durante al menos seis meses puede estimular las bacterias intestinales beneficiosas que están relacionadas con una mejor salud del corazón años después.
Un estudio observacional respaldado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) encontró que los bebés con bacterias más diversas en el intestino tenían una presión arterial infantil más baja, y esta asociación protectora era más fuerte si eran amamantados durante al menos seis meses. Los resultados publicados en elRevista de la Asociación Estadounidense del Corazón.
Para la investigación, los investigadores examinaron datos de 526 niños inscritos en un estudio prospectivo en Dinamarca. Buscaron conexiones entre las bacterias intestinales que pueden verse influenciadas por la dieta y respaldar una variedad de funciones de salud y la presión arterial en la infancia. Para evaluar esto, recolectaron muestras fecales para analizar las bacterias en los intestinos de los bebés durante la primera semana, mes y año de vida del bebé. Tres y seis años después, midieron la presión arterial de los niños.
Los investigadores descubrieron que los niños con bacterias intestinales más diversas tenían una presión arterial más baja después de un mes, seis años después. Luego examinaron el impacto de la lactancia materna, que en este estudio se midió durante un período de al menos seis meses. Descubrieron que los niños que fueron amamantados durante al menos seis meses tuvieron reducciones aún mayores de la presión arterial debido a bacterias más diversas en su intestino. Específicamente, aquellos con una mayor diversidad de bacterias intestinales durante el primer mes de vida tenían una presión arterial sistólica aproximadamente 2 mm Hg más baja seis años después si fueron amamantados durante al menos seis meses.
Los investigadores creen que puede haber varias razones para estas asociaciones. Ciertas bacterias intestinales han desarrollado máquinas biológicas especiales que les permiten convertir los carbohidratos de la leche materna que de otro modo no serían digeribles en calorías y sustancias que el cuerpo puede utilizar. Específicobifidobacteriaespecies, incluyendoB. Infantisson superestrellas cuando se trata de descomponer estos carbohidratos y convertirlos en ácidos grasos de cadena corta que pueden influir en la presión arterial y favorecer la salud cardiovascular.
En los bebés no amamantados, las bacterias que no tienen carbohidratos de la leche materna para alimentarse pueden descomponer los carbohidratos que recubren los intestinos. Esto podría provocar una afección llamada "intestino permeable", en la que las bacterias y la grasa pueden ingresar al torrente sanguíneo. El intestino permeable se ha relacionado con la inflamación y el aumento de la presión arterial en adultos.
Además, los investigadores encontraron que algunos tipos de bacterias, incluida H. pylori, estaban presentes en algunos bebés y estas bacterias se asociaron con un aumento de la presión arterial años después. H. pylori, que puede transmitirse de madre a hijo, puede causar niveles persistentes de inflamación leve y afectar el "intestino permeable".
Para que los participantes del estudio fueran lo más comparables posible, los investigadores tomaron el historial médico de la madre, su dieta durante el embarazo, las complicaciones del embarazo, cuándo y cómo nació el niño y durante cuánto tiempo fueron amamantados.
Alrededor del 4% al 7% de los niños en todo el mundo tienen presión arterial alta, que puede comenzar cuando el feto se está desarrollando en el útero. Estas tasas se han duplicado desde 2020, por lo que los investigadores están estudiando factores que pueden compensar estos riesgos y mejorar la salud cardiovascular.
El estudio fue apoyado por la subvención K01HL141589 del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI).
Fuentes:
Liu, T., et al. (2025) Microbiota intestinal infantil y presión arterial infantil: asociaciones prospectivas y el papel modificador de la lactancia materna. Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón. doi.org/10.1161/JAHA.124.037447.